El ataque sónico que desde finales de 2016 hasta mayo de 2018 sufrieron varios diplomáticos estadounidenses en Cuba fue motivo de investigación por parte de la Universidad de Pensilvania, quien quiso determinar si hubo daño y cuál fue el grado de deterioro en el cerebro.
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Y lo primero que se desprende de las investigaciones es que no hay conclusiones definitivas sobre los síntomas sufridos.
Sin embargo, Ragini Verma, profesora de radiología de la Universidad de Pensilvania, sólo comentó: «algo le pasó a los cerebros de esa gente».
Qué pasó con los cerebros de los diplomáticos después del ataque sónico
Una de las cosas que sí se determinó tras los ataques sónicos, es que los diplomáticos afectados quedaron con menos materia blanca y menos conectividad en las áreas de la visión y la audición.
«Todo lo que puedo decir es que hay una verdad que descubrir», explicó Verma, que añadió: «Cualquier cosa que pasara no fue debido a una afección preexistente, lo analizamos».
Los médicos examinaron a 44 diplomáticos y varios familiares desde mitades de 2017 mediante resonancias magnéticas.
Cuba rechaza cualquier problema
El director del estatal Centro de Neurociencias de Cuba, Mitchell Valdés-Sosa, se refirió a las investigaciones de la Universidad de Pensilvania y rechazó la veracidad de sus hallazgos.
«(El estudio) no demuestra, contrario a lo que se ha especulado, y lo que se plantea en el artículo anterior (de JAMA, publicado en marzo de 2018), que se había producido un daño cerebral en un grupo de diplomáticos durante su estancia en Cuba», sostuvo.
El personero del gobierno cubano además pidió a la Casa Blanca y al presidente Donald Trump, dejar de manipular a la gente.
«Ponga fin a la manipulación y utilización de este tema como pretexto para imponer nuevas medidas cada vez más leoninas de agresión», agregó Valdés-Sosa.
