Compañía trabaja en un inodoro capaz de vaporizar tus desechos y producir agua limpia

Probablemente vives una vida muy cómoda. Al menos si estás leyendo esto en internet, seguramente a tu casa llega un servicio de acueducto y alcantarillado que te permitirá suplir algunas de tus necesidades biológicas de manera cómoda. Así, cuando usas el inodoro, solamente tienes que accionar la cisterna y olvidarte inmediatamente del tema. Sin embargo, no todo el mundo tiene acceso a este privilegio. De hecho, se calcula que al menos 2.500 millones de personas en el planeta no cuentan con un sistema de saneamiento apropiado.

Que tanta gente en el mundo, sobre todo en los países en vías de desarrollo, no pueda tener un correcto manejo de desechos en un problema grave. El más directo es la constante presencia de enfermedades peligrosas al estar constantemente en contacto con la materia fecal de los demás. Esto, por no hablar de los constantes malos olores que tiene la acumulación de deposiciones.

El famoso fundador de Microsoft, Bill Gates, era muy consciente de la problemática. Por eso hace algunos años lanzó un reto llamado Reinvent the Toilet Challenge. Esta iniciativa hacía un llamado a diversas compañías dispuestas a mejorar las condiciones de esas 2.500 millones de personas. Básicamente planteaba la idea de desarrollar un inodoro apropiado para lugares donde no hubiera alcantarillado. Sin duda, una idea muy ambiciosa pero que vale la pena.

Del reto ya habíamos hablado previamente. Sin embargo, esta vez hablaremos de una compañía en específico que está entre las favorecidas del programa. Se trata de Scion, una organización ubicada en Nueva Zelanda que ya recibió dos millones de dólares gracias al patrocinio de Bill & Melinda Gates Foundation. Su idea es fenomenal, pues se trata de un inodoro capaz vaporizar las heces y producir agua limpia.

Vaporizando la materia fecal

La idea de inodoro de Scion es el uso de una técnica llamada oxidación húmeda. Esta emplea oxígeno, calor y presión para deshacerse de la materia fecal.

La primera parte del proceso es la de un típico retrete que aspira los desperdicios. Posteriormente estos pasan por el macerador, que ablanda y divide los elementos sólidos. Acto seguido, pasa a un tanque de almacenamiento que puede contener el material durante un tiempo. Luego, pasa por el reactor, que procesa las heces a altas temperaturas y presión. Del reactor sale agua con algo de ceniza estéril en el fondo. En el siguiente tanque la ceniza es removida y se obtiene finalmente el agua limpia.

Scion también está trabajando en un método con bacterias fototrópicas que transformen los sólidos disueltos en biomasa útil como abono. Se trata de un proceso complejo, pero que reportaría múltiples beneficios a sus usuarios.

La idea es unir toda esta cadena en un solo dispositivo fácil de transportar e instalar en los hogares. Además, se pretende que su adquisición esté al alcance de cualquier persona. Se calcula que emplearlo no costaría más de cinco centavos de dólar al día.

De ser exitoso el proyecto, se mejorarían las condiciones de salud de millones de personas al mismo tiempo que se cuida el medio ambiente. Después de todo, al menos nuestra materia fecal no terminaría en fuentes hídricas como hoy ocurre. Esto, por no decir que nos podríamos ahorrar muchos millones en mantenimiento de redes de alcantarillado.