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Un no gamer con uno de los laptop gamer más caros del mercado: Review del Asus ROG Chimera [FW Labs]

Qué puede malir sal.

Cuando me encargaron revisar la nueva versión de la laptop G703 de RoG (Chimera), me advirtieron de inmediato que este era un equipo caro y diseñado específicamente para el sector gamer. Esta no es la reseña que estabas buscando sobre este equipo, sobre todo si querías saber cómo funcionaba con determinados videojuegos, ya que la respuesta es bastante obvia: todo anda de maravilla. Este texto es más bien una especie de testimonial para contar mi experiencia con el computador durante unos días, especialmente para saber qué hace un no-gamer con un aparato creado para aquella comunidad.

De todas formas, igual debemos comentar un par de cosas sobre los datos técnicos. El dispositivo cuenta con un procesador Intel Core i9-8950HK que es capaz de correr hasta a 4,8 GHz si así lo deseas, tarjeta NVIDIA RTX 2080 overclockeada a 1880 MHz y 32 GB de RAM GDDR6 VRAM a 7200 MHz. El componente más cool, a mi juicio, es sin duda la pantalla, ya que estamos hablando de un panel IPS de 17,3 pulgadas, cuya tasa de refresco es de nada más, ni nada menos, ni nada más que 144 Hz. Vale decir, si estás jugando Battlefield u Overwatch (que acá es capaz de correr hasta a 245 FPS gracias a todo lo descrito anteriormente), lo vas a pasar muy bien.

Pero la pregunta del millón es, si no jugué videojuegos en este maquinón, ¿entonces para qué usé esta bestia de computador?, o de repente ¿qué otras tareas se pueden realizar en un notebook como este?

Si el G703 está diseñado para tener un altísimo rendimiento en tareas de alto consumo de recursos como los videojuegos, entonces también podrá tener un buen desempeño en otras áreas. ¿Viste la transmisión en vivo que hicimos sobre el final de Game of Thrones? Todo fue realizado a través de esta máquina y el desempeño fue óptimo. Podemos afirmar, sin duda alguna, que el Chimera sirve para realizar emisiones de mediana complejidad, con switch de imágenes incluido.

Y sí, también sirve para la producción musical. Hace unos cuantos años, mientras estudiaba en la universidad, me dediqué a hacer canciones electrónicas en el computador que tenía por ese entonces, logrando sacar un par de álbumes y EP a través de un sello chileno. Todo fue con el fin de distraerme de las exigencias de los estudios y “ventilar” un poco la cabeza, pero nada estrictamente profesional en el área artística. Tampoco se trata de autopromocionar mi proyecto (que pueden escuchar en Spotify), pero este equipo en particular es, por lejos, un gran arma para desarrollar de manera óptima los requerimientos de esta área, por lo menos a un nivel semi-profesional, a pesar de que tengo pocas dudas sobre el desempeño de programas pesados —en todo sentido— como ProTools en este dispositivo en particular.

No sólo funciona de maravilla para hacer música, sino que también a la hora de buscar plugins, samplers, o lo que sea mientras tienes a tu DAW favorito (digital audio workstation, nombre que se le da a diversos software de producción musical) corriendo en segundo plano. La velocidad y potencia del hardware —el que incluso cuenta con dos transformadores de corriente (fascinante y aterrador), por si utilizas muchos recursos— hace imposible que el equipo se cuelgue en ningún momento, ya sea que estés viendo un video de YouTube en Chrome, mientras grabas el audio de la pantalla, cuando estás ejecutando un programa de edición de audio como tercer programa abierto, con Photoshop corriendo atrás. Todo al mismo tiempo, y sí, el G703 volaba como si no tuviera nada puesto, nada puesto, nada puesto.

 

Lo entretenido de contar con una máquina así de poderosa es que te motiva constantemente a seguir sacando partido de todo lo que puedes hacer con él, ya que da la sensación de que el proceso productivo puede ser infinito. Puedes hacer todo en un sólo equipo, que más encima, es moderadamente portátil. Y sí, convengamos que pesa más de 4 kilos, pero ciertamente es mucho más cómodo que andar con un iMac en la mochila.

Todos los componentes hacen que incluso ejecutar tareas en Windows 10, con todos los pro y los contra que tiene este sistema operativo (mis prejuicios sobre él eran bastantes), sea mucho más sencillo, ya que el software base corre siempre como si el equipo estuviese totalmente nuevo. Esto puede deberse a que el equipo cuenta con tres memorias SSD de 512GB cada una, lo cual acelera aún más el desempeño, tanto del OS, como de este modelo en particular.

Lo interesante del Chimera es que se siente como una especie de declaración de principios por parte de Asus. Es como si la marca dijera “hey, mira lo que pudimos montar en un laptop… ¡Es más de lo que tienes en tu PC gamer, pero portátil!”, y la verdad es que en ningún caso el mensaje llega como una pretensión molesta. Es simplemente una demostración de lo lejos que ha llegado la tecnología, y Asus específicamente, por estos días, quienes nos permitieron tener un aparato de primer nivel en nuestras manos. Es verdad que el computador está diseñado para ser utilizado en entornos caseros, pero vayas donde vayas, todo ese poder estará contigo funcionando de manera casi perfecta (la duración de la batería es de unas 3 a 4 horas, dependiendo de lo que estés haciendo y si, claro, utilizas todas las luces del teclado).

El ROG G703 es un equipo que tiene un alto valor en las tiendas de retail (cercano a los CLP $3.000.000 en Chile), pero estoy completamente seguro de que es una inversión a largo plazo, seas gamer, productor musical, audiovisual, o cualquier otro apelativo que involucre una productividad medianamente acelerada. ¿Es este el mejor computador disponible en el mercado en la actualidad? No lo sé. Quizás sí, pero la verdad es que lo pasé genial con este computador.

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