El alcohol nunca va a pasar de moda; y aparentemente beber en la adolescencia a escondidas de los padres, tampoco. El gran problema es que esto lleva a los jóvenes a caer en prácticas riesgosas; como por ejemplo, sumergir un tampón en vodka y metérselo por el ano o la vagina.
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«Tampodka»: tampones impregnados en vodka
Esta práctica es exactamente lo que te estás imaginando. Las mujeres se meten el tampón con vodka por la vagina; los hombres se lo introducen por el recto. Todo esto con la finalidad de ponerse ebrios más rápido y además no oler a alcohol para que sus padres no se den cuenta que bebieron. ¿Que de todos modos los van a descubrir cuando les dé una intoxicación alcohólica? Es probable.
Según «Monserrat», quien habló para Infobae; ella dejó esta práctica por el ardor que le provocaba introducir el tampón y porque, además, esto comenzó a alterarle la menstruación (¿Bloody Mary, alguien?).
Esta práctica con alcohol e incluso con drogas no es precisamente nueva; aunque sucede que los adolescentes actuales la han re-descubierto. Según el Instituto Mexicano de la Juventud, al 2015, al menos 11 adolescentes terminaron intoxicados por «introducir alcohol por vías mucosas».
A su vez; la información que se desprende de la Clínica de Especialidades Toxicológicas Venustiano Carranza y es recogida por Infobae; habla de tres mujeres y tres hombres con dolor rectal por esta práctica en 2014. Y sigue sucediendo, aunque actualmente aún no hay cifras oficiales para el recuento de los daños.
Al respecto, lo único que podemos decir es… jóvenes, por favor no.