Nuestro cerebro nunca dejará de sorprendernos. Enojarse le hace bien, pero las corbatas le hacen mal; y el más reciente estudio de Nature Human Behavior demostró que el surco occipitotemporal, una región cerebral, podría responder de manera especial a Pokemón si eres un jugador veterano de la franquicia, convirtiéndola en la «región Pokemón» del cerebro.
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El estudio reunió a once jugadores veteranos -que partieron a la edad de cinco años, dejaron de jugar, y volvieron al juego- y a once novatos. A todos se les mostró una secuencia de imágenes de los 150 Pokemón de la primera generación junto a otras imágenes -de animales, autos, palabras y rostros- mientras eran evaluados por una máquina que medía su actividad cerebral.
En los jugadores veteranos, el surco occipitotemporal, ubicado en la superficie ventral del lóbulo temporal, reaccionó de manera distinta con los pokes que con el resto de imágenes, mientras que los novatos no tuvieron diferencia alguna.
El estudio, realizado por Jesse Gomez de la Universidad de California en Berkeley, busca entregar más información sobre una incógnita que ha turbado a la neurociencia por décadas: ¿Qué área del cerebro responde a un determinado tipo de estímulo visual?
La única manera de estudiar este comportamiento parecía poco ética: enseñarle a niños un nuevo estímulo visual durante horas, y ver su desarrollo cerebral. Sin embargo, Gomez cayó en la cuenta que Pokemón, un juego que millones de niños disfrutamos en nuestra infancia, cumplía con las condiciones: era un estímulo visual permanente, a una distancia común y con el mismo brillo, lo que activó el desarrollo cerebral de los jugadores veteranos.
El próximo paso en el estudio tiene que ver con los estímulos auditivos: cada Pokemón tiene un sonido o grito característico, y sería interesante saber si existe una «región Pokemón» en el cerebro diseñada exclusivamente para los estímulos auditivos.
