El paso de Frog, la compañía estadounidense de scooters eléctricos –no confundir con Pepe The Frog– por nuestro país ha sido bastante especial. La empresa eligió Valdivia como su primera ciudad -antes de Concepción y Santiago, a la que llegarán en un tiempo más- para comenzar a crecer y dar a conocer su servicio en el corazón de la innovación nacional.
Sin embargo, e incluso aunque la empresa hizo un balance positivo en su lanzamiento, no faltan los que no leen las instrucciones: pasadas las primeras 24 horas de servicio, un noventa por ciento de los scooters no pudieron ser retirados durante la noche para ser cargados, debido a que sus usuarios los dejaron en recintos privados.
En sencillos términos, 9 de cada 10 usuarios se llevaron el scooter para su casa o universidad. ¿Habrán querido cargarlo, o mantenerlo a salvo de la lluvia?
En entrevista con Río en Línea, el Country Manager de Frog -Gastón Feijoo, se refirió al tema:
Yo ayer estaba mapeando y encontraba scooters en universidades, colegios, dentro de los campus; y cuando sale el camión en la noche a recolectarlos, no tiene acceso a esos puntos. Los scooters siempre deben dejarse en la vereda -no en la calzada- y sin obstaculizar el paso peatonal.
Yo creo que por desconocimiento e inclusive por cuidar el mismo producto, mucha gente dijo «uy, se hace de noche, mejor lo guardo dentro de mi casa». Ayer el camión andaba recolectando y veíamos gente que tenía el scooter dentro de su casa y en el jardín del frente, y ese scooter no lo puedo sacar.
Los scooters de Frog están disponibles de manera gratuita en Valdivia desde el día 8 y hasta el 17 de abril. Posteriormente, se cobrará una tarifa de activación de 400 pesos más 100 pesos por minuto de uso, una tarifa un poco elevada pero razonable considerando las distancias pequeñas en la ciudad de la innovación.