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Las tres ventajas que encontré en el VivoBook S14 de Asus [FW Labs]

Gama media-alta master race.

Hace bastante tiempo que no me tocaba usar en el día a día un computador que no fuera una súper bestia, tanto en especificaciones como precio. Es ahí donde me enfrenté al VivoBook S14 de Asus y tengo algunos hallazgos interesantes.

Primero vamos con sus especificaciones técnicas:

  1. Pantalla de 14 pulgadas (16:9) LED-backlit FHD (1920×1080) 60Hz Anti-Glare Panel con 45% NTSC con 178˚ de ángulo de vista
  2. 8 GB de Memoria Ram expandible
  3. Procesador Intel Core i7 8565U (hay versiones con i5 y i3)
  4. Tarjeta gráfica NVIDIA GeForce MX150
  5. SSD de 128 GB, 256 GB o 512 GB, dependiendo del modelo
  6. 1.4 kilos de peso

No hay que temerle al plástico

Este es un tipo de equipo al que no me enfrentaba hace mucho. El frío tacto del aluminio desapareció para estar con un equipo casi en su totalidad hecho a base de polímeros y sí, no se siente tan premium.

Aunque es extraño, por un lado sentía cierta calma porque me daba la sensación de estar tan bien construido que en caso de algún accidente desafortunado no lo iba a lamentar tanto.

Por otro lado, su trackpad lo encontré muy pequeño, pero al ser Windows Precision le podía perdonar bastante. La adición de un lector de huellas para Windows Hello es un agrado.

El teclado tiene mucho recorrido y ya no estoy acostumbrado a eso. Siendo un usuario de los llamados «Ultrabooks» me costó mucho acostumbrarme a teclear todo el día en algo que se sentía casi mecánico por mi mala costumbre. A la mayoría de la gente le encantará.

Además es un computador ligero para ser un notebook «normal», con solo 1.4 kilos, donde no hay puertos ni nada comprometido.

Por cierto, el diseño de la pantalla con pocos bordes es muy agradable y el panel en sí se siente de buena calidad, con una reproducción de color muy certera y un nivel de brillo más que aceptable.

Rendimiento y modularidad

Al tener la versión con procesador i7, 8 GB de RAM y bueno, estar nuevo, jamás tuve un cuelgue y el PC andaba muy rápido. Aunque no sé con certeza si eso se mantendrá con el paso de los meses.

Lo que sí es interesante es que se puede jugar y nada de mal. El último Tomb Raider lo podía correr a 60 cuadros pero en detalle bajo. No me molesta, no lo esperaba y me voy con más de lo que pensé. Fortnite corre perfecto, al igual que League of Legends. PUBG no anda tan bien y hay que jugar a 30 cuadros para tener una experiencia decente. Qué juego más mal optimizado, pero en fin.

Ya zanjando el tema del rendimiento y de la calidad del panel, además de lo que siento del teclado, es hora de hablar sobre los parlantes, que por primera vez en un equipo Asus no los siento tan bien. Digo, no son malos y créanme que he utilizado computadores con bocinas que apestan, pero siento que a pesar de que el volumen es correcto, el sonido es muy «flaco», con poca profundidad. Creo que aquí recortaron una buena esquina.

Volviendo al tema del rendimiento, me tranquiliza saber que en 2019 existen laptops a los que les puedes subir la RAM aún y cambiar el disco de estado sólido por otro más grande si quisieras en el futuro. La modularidad no debe perderse y eso suma puntos.

¿Duración de la batería? Bastante normal. Cerca de 8 horas que está perfecto para un día de trabajo, aunque igual andaría con el cargador que por cierto, no es un ladrillo gigantesco, es normal. Gracias, Asus.

Precio

Para cerrar, probablemente su atractivo más grande sea el precio, donde entregando esas especificaciones técnicas y sacrificando en materialidad, que sé que no es lo primordial para muchos da una oferta que en calidad/precio está muy bien balanceada. Actualmente se puede encontrar en Chile a unos CLP $599.990, que se para muy bien frente a la competencia en el mismo rango de precio. Este de por sí es un gran punto a favor.

 

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