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Facebook prohibe el nacionalismo y separatismo blanco en sus plataformas

Tras presiones de grupos civiles, Facebook finalmente se hizo responsable de la evidente relación entre nacionalismo blanco y los discursos de odio.

En un paso que parecía imposible para el mundo digital, Facebook anunció un cambio radical en sus políticas de tratamiento a los grupos y el discurso de odio en sus plataformas.

En particular, tanto Facebook como Instagram prohibirán el nacionalismo y separatismo blanco en ambas redes, tras haber revisado sus políticas que sólo prohibían los posts y páginas sobre supremacía blanca, dando espacio a otras formas de odio.

La medida fue tomada gracias a la presión e investigación de más de veinte grupos civiles y académicos expertos en relaciones de raza y comunicación, los que le señalaron a la compañía liderada por Mark Zuckerberg que existe un vínculo inseparable entre la supremacía blanca y los discursos nacionalistas, lo que promueve el odio racial y es caldo de cultivo para situaciones como las ocurridas en Charlottesville en 2017.

Específicamente, Facebook usará el banhammer contra publicaciones que incluyan apoyo, alegoría o representación de nacionalismo o separatismo. Un buen ejemplo de este tipo de contenido: «Chile debería ser una nación totalmente blanca», o «la inmigración está destruyendo al país y el separatismo es la única opción».

De todas maneras, el nacionalismo y separatismo ocultos o que usen métodos subrepticios para comunicar su mensaje -como texto en imágenes, videos o gifs- podrían no ser eliminados de inmediato, ya que son más difíciles de detectar.

Por otra parte, personas que busquen dichos términos o traten de postearlos recibirán -al menos en Estados Unidos- un mensaje redirigiéndolos a Life After Hate, una ONG fundada por ex-supremacistas blancos, dedicada a convencer a personas en dichos grupos a dejarlos.

Facebook anunció que usaría las mismas tácticas de búsqueda e inteligencia artificial que ha usado para combatir el terrorismo en su plataforma. Esto incluye técnicas como el content matching, que detecta imágenes que han sido previamente marcadas como contenido de odio, y las borra o evita su subida.

La otra cara de la moneda

Por supuesto, esta noticia va en camino a la controversia, al menos en Estados Unidos: grupos de derecha, incluso dentro de Facebook, han acusado a la compañía de tener inclinación hacia la izquierda; Brian Amerige, ingeniero senior en la red social, acusó a la compañía de tener «una política monocultural, intolerante a las visiones diferentes» en un memorándum obtenido por el New York Times.

Además, es muy posible que la medida sea conflictiva en países donde el nacionalismo blanco es política de estado y donde políticos de derecha conservadora y nacionalista ostentan el poder, como Brasil, Ucrania y Hungría.

Es posible que muchos de aquellos grupos pongan mucha resistencia, tal como la que ya existe en Estados Unidos con este tipo de discursos. Para aclarar dicho debate, Ulrick Casseus, especialista en grupos de odio en Facebook, puso sobre la mesa la ‘diversidad’ de opiniones en una entrevista con Motherboard:

Cuando tienes un amplio rango de gente con la que interactúas, vas a tener un rango de ideas y creencias. [De todas maneras] existía gente que no estaba de acuerdo que el nacionalismo y separatismo blancos fueran inherentemente dañinos.

Nos dimos cuenta que se estaba convirtiendo en una situación donde aquellos grupos trataban de normalizar [su discurso] diciendo ‘No soy racista, soy nacionalista’, y trataban de hacer dicha distinción. (…) Una y otra vez usaban ese argumento, pero también tenían amarrado a eso discursos y comportamientos de odio.

Basado en lo que hemos visto y hablado, determinamos que es dañino, y que está unido al odio organizado. 

Es de esperar que estos cambios al contenido sean implementados durante ésta y la próxima semana en Estados Unidos, y con moderación en el resto del mundo.

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