De un tiempo hasta ahora, SpaceX nos ha sorprendido con sus cohetes capaces de ir al espacio y volver intactos a una plataforma en la Tierra (la mayoría de las veces). Ahora la nave Dragon de SpaceX las tiene más difíciles.
Esta compleja misión espacial tiene com objetivo acoplarse suavemente a la Estación Espacial Internacional (ISS), todo con un maniquí a bordo (llamado Ripley).
Posteriormente la idea es que la nave sea capaz de volver a la tierra y aterrizar en una plataforma en el Oceano Atlántico ¿Glorioso? Muchísimo. Si lo logra sería un tremendo avance.
La última parte de la misión se llevará a cabo el viernes y pueden dar por seguro que estaremos atentos a todo lo que pase.