Si vives en México y nunca te has dado una vuelta por la Central de Abastos, entonces no has vivido. A pesar de que ahí encontrarás precios extremadamente bajos y productos de calidad para consumo personal, realmente no es bonita.
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Este lugar es muy famoso por sus incontables vivieres que van desde frutas y verduras hasta flores de distintas especies. Pero si algo lo caracteriza también es su enorme área comercial, la cual se extiende hasta a 328 hectáreas totales. Con unos 2,000 comercios dentro de esta, es el lugar por excelencia al cual acudir para conseguir algunas buenas ofertas.
Este lugar es el responsable del 80% de la comida con la que se abastece a la Ciudad de México. Por lo que si comes fruta, verduras o incluso carne de pollo, res o cerdo, seguramente viene de este lugar. Al día, se manejan unas 30,000 toneladas totales de alimentos, por lo que se trabaja las 24 horas del día.
¿Patrimonio de la humanidad?
Es justo por todo lo anterior ya mencionado, que el Consejo Nacional de Cultura Gastronómica de México pensó en grande. Buscaron entonces una alianza con las distintas Asociaciones del Mercado de la Central de Abasto para hacer algo sin precedentes. Llevar una propuesta a la UNESCO para que se considere a la Central de Abastos como patrimonio de la humanidad.
Tenemos todo el apoyo de la Central de Abasto. Así como del administrador y coordinador que es la persona que representa a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo.
Declaró el Presidente de la Unión de Chileros, César Augusto Fragoso García.
Pero aún con todo el apoyo del mundo, hacer que este lugar sea patrimonio de la humanidad parece algo exagerado. La Central de Abastos es conocida principalmente por ser un lugar en donde la delincuencia es algo bastante común.
Por lo que cualquier persona que decida ir, también debe estar consciente de que arriesga sus pertenencias o su vida. De igual manera, se conoce gracias a que las proximidades del lugar parecen un basurero permanente. Hay tanta basura que el olor llega a ser insoportable, y deja en duda la salubridad del lugar mismo.
A pesar de que volverlo un patrimonio cultural podría ayudar con la economía, gracias a su naturaleza descuidada, peligrosa y sucia. Es básicamente imposible que la UNESCO acepte tal petición.