Una nueva investigación realizada por científicos Ingleses a revelado la verdadera identidad Jack El destripador a través de una prueba de ADN obtenida de un chal proveniente directamente de una víctima. Recordemos que el recordado asesino mantuvo a todo Londres paralizado durante el siglo XIX tras el asesinato de 5 mujeres en el mismo barrio.
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Según informan los propios investigadores, el verdadero nombre del asesino fue Aaron Kosmiski, un inmigrante polaco de la época el cual trabajaba como barbero, fue según ellos, el verdadero hombre que mantuvo a la policía de la época totalmente perdida y desorientada durante tantos años de investigación.
El polaco vivía en el barrio de Whitechapel a unos 200 metros de donde fue asesinada la tercera víctima, Elizabeth Stride, y fue siempre uno de los principales sospechosos para la policía. Llegó 7 años antes que comenzara a matar a sus victimas a vivir en la ciudad, específicamente el año 1881. Lamentablemente, en esos años no existían análisis de sangre como los de esta época lo cual hacía imposible comprobar su verdadera culpabilidad.
El ADN delató a Jack
Durante el año 2007 el empresario Russel Edwards adquirió el chal en una subasta y él fue el responsable de contactar a los científicos desde hace algún tiempo. La prenda tenía una dos manchas de sangre de Catherine Edwuess, otra victima del asesino y una del propio Kosmiski.
El proceso para desarrollar la investigación fue descrito por los propios científicos «Describimos por primera vez el análisis sistemático a nivel molecular de la única evidencia física relacionada con los asesinatos de Jack El Destripador».
Para el doctor Jari Louhelainen, uno de los principales autores en la investigación, encontrar ambos perfiles coincidentes en las piezas fue pieza clave para dar con la verdadera identidad del sospechoso y la victima. Esto confirmaría además que la identidad del famoso chal es real y pertenece a la época.
Sin embargo, existe otro grupo de científicos los cuales niegan la información ya que según ellos el año 2017 encontraron una confesión escrita por puño y letra por James Mubryck donde declaraba ser el verdadero asesino. Pero al parecer, todo indica que las pruebas de ADN están siendo la verdadera clave para resolver el misterio del asesino.