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Volando alto: Review de Ace Combat 7: Skies Unknown [FW Labs]

La última entrega de la saga Ace Combat es la definitiva: batallas aéreas fuera de serie, una campaña muy completa y jugabilidad de sobra.

Cuando conocimos Ace Combat 7: Skies Unknown en San Francisco, confieso que había un poco de escepticismo: Assault Horizon, la última gran entrega del juego, estaba cargada de problemas en todos los frentes, desde los gráficos hasta el incómodo modo ‘dogfight’, que trató de hacer más cinemático un juego que no lo necesitaba.

Sin embargo, la sorpresa en este caso fue agradable, con un juego que parecía bastante completo y que se dio el lujo de estar más de tres años en desarrollo y no ostentar demasiado. El punto de contacto fue más que suficiente para saber que cuando saliera al mercado no sería decepcionante.

En efecto, muchas de nuestras impresiones iniciales se confirmaron en el lanzamiento final; sin dejar de lado que pasamos de una PS4 Pro en la demo a una PS4 Slim en nuestras pruebas, por lo que hay ciertas diferencias.

Do a barrel roll!

¿Se acuerdan de lo apagado y casi amateur que parecía Assault Horizon? Bueno, Project Aces se puso la camiseta y giró el avión en la dirección contraria. Skies Unknown es bellísimo, desde la paleta de colores variada, pasando por los detalles en aviones y distancia de dibujado, y hasta en los detalles de edificios y vegetación. Se nota el acabado gracias al generoso tiempo de desarrollo y al numeroso equipo detrás de la entrega.

En cuanto a la jugabilidad, el enfoque es totalmente a la simulación, con controles que llevan el juego a las raíces que todos recordamos -como Ace Combat 5- y que priorizan las mecánicas y su complejidad antes que la experiencia ‘cinemática’.

Eso no quiere decir que se vuelva menos entretenido por ser un simulador, de hecho todo lo contrario: manejar un avión de combate reducido a su más mínima expresión nunca había sido tan sencillo. Maniobrar en el aire, esquivar misiles en cero-G y posicionarte para poner a tus enemigos en rango de tiro se siente tremendamente natural al cabo de un par de minutos.

Una mecánica añadida gracias a la nueva generación de consolas es el uso de las nubes. Ahora puedes entrar y usarlas para perder a tus oponentes, pero corres el riesgo de congelar el avión y perder potencia, e inevitablemente estrellarte. Ya sabremos nosotros de accidentes como ese. Tanto el congelamiento como las batallas aéreas se ven mucho mejor desde la vista de cabina, por lo demás.

Respecto a la performance, nos llevamos una sorpresa: si bien disminuye la resolución si lo juegas en una PS4 o Xbox One normal, la diferencia de cuadros por segundo entre versiones es mínima. Incluso en la PS4 Slim, en mapas llenos de enemigos y con acción en todos lados, no hubo bajas notorias, llegando como tope inferior a los 50 fps.

La cárcel nunca es divertida

Sorprendentemente, uno de los puntos bajos de Ace Combat 7 es su campaña: 20 misiones muy completas, con unas 8-10 horas de jugabilidad total que nos parecieron cortas para el tiempo invertido. En otras palabras, cuando la historia se está poniendo interesante y las misiones cobran el protagonismo que merecen, el juego se acaba.

El conflicto se ve desde cuatro perspectivas únicas. La primera es Trigger, o el Ace de este juego, otro personaje sin rostro ni demasiada historia, que se ve envuelto en el conflicto de dos naciones poderosas peleándose por la supremacía del Space Elevator, el proyecto para alcanzar nuevos horizontes y el MacGuffin de Skies Unknown.

En este contexto de guerra, Trigger es traicionado y relegado a la cárcel, donde el alcaide descubre sus talentos arriba de un avión y lo usa para ejecutar misiones aparentemente suicidas. Desde esa precariedad el Ace comienza a ganar fama, y recupera su estatus justo en el momento en que la federación de Osean comienza a darle vuelta la mano a Erusea, su contraparte en la guerra.

El resto de los personajes no jugables que complementan la narrativa son más bien circunstanciales y cuentan su versión via cinemáticas: la Scrap Queen, que está en la misma cárcel que Trigger sólo por volar un avión en un espacio restringido; la Princesa de Erusea, que cae en desgracia mientras su reino se despedaza, y el científico detrás del mayor antagonista del juego: las naves de combate no tripuladas, o UAV.

Parte importante de la premisa de Ace Combat 7 -tratando de no caer en territorio de spoilers– es la llegada de naves con inteligencia artificial al mundo y su influencia en la guerra, tanto por su aparente superioridad ante los humanos como por su origen. Dicho conflicto merecía tener un sitial mucho más importante, y la potencia que buscaba se ve truncada por un final muy anticlimático.

Lo que si cabe mencionar es que a pesar de lo corto que pueda parecer el juego, las misiones son extremadamente difíciles si no sabes lo que haces. En el fondo, es la curva que el juego espera que hagas: las cuatro primeras misiones buscan introducirte a la mayor cantidad de mecánicas posibles, y las demás se encargan de destruir tu tolerancia a la frustración con misiones de sigilo, combates por puntos y naves imposibles de destruir.

Del mismo modo, puedes hacer avances en el árbol de aeronaves, el que probablemente es el más complejo de la franquicia hasta la fecha, con naves conocidas por todos nosotros -F-16 y MIG son básicamente la premisa de Top Gun– y algunas adiciones bastante espectaculares, como modelos nuevos de naves de combate modernas y aviones experimentales que cambian por completo tu experiencia, sobre todo en la parte final del juego.

Lo cierto es que para entonces ya estás esquivando misiles con los ojos vendados, lo que es la mejor preparación para el verdadero desafío: el multijugador.

La aviación japonesa

Dejemos algo en claro desde el primer momento: el netplay de Skies Unknown es maravilloso. En todas mis partidas, con jugadores de todo el globo, no experimenté cuelgues ni lag apreciable, lo que le otorga puntos positivos de inmediato.

No obstante, la performance en multijugador tiene sus desventajas: en Japón Ace Combat es una franquicia consolidada, y tener un excelente ping con jugadores japoneses -y entrar a partidas con ellos- es desconcertante, desde su habilidad en el aire hasta robos muy inteligentes de los primeros lugares en las partidas.

Desde ese momento en que te encuentras a un jugador bueno, comienza la carrera por llegar al límite. Si bien hay una inmensidad de combinaciones de armas y aeronaves, te vas dando cuenta que en cada tier hay aviones que rinden mejor en determinadas situaciones, y vas refinando y adaptando tu estilo de juego cada vez más. Finalmente, horas y horas pasaron, ya estás mareado de tanta pirueta y la alarma de misiles suena hasta en tus pesadillas.

Existen dos modos de batalla: Team Deathmatch -dos versus dos o cuatro versus cuatro- y Battle Royale, donde hasta ocho aviones se dan caza en más de diez mapas. Una variante en Battle Royale puede limitar el uso de las armas especiales y nivela bastante el terreno al usar solamente misiles y metralleta, pero considerando la habilidad del jugador promedio es preciso tener mucho cuidado.

De todas formas, es una excelente alternativa a los homogéneos multiplayer free-to-play que invaden nuestras consolas hoy por hoy.

 

La experiencia VR

Una parte que parece ser importante en la versión de PS4 es la compatibilidad con PSVR, y si bien sólo es un complemento al juego -tres misiones que no están dentro de la campaña- cabe destacar que para algunos de nosotros fue el primer acercamiento a Ace Combat 7 hace algunos años, y el que más espectacular se siente.

Hay una razon por la cual muchos jugadores de Skies Unknown en PC necesitaban soporte para pantallas anchas: el factor inmersión es vital en un juego de simulación aérea. En el caso de la PSVR esa inmersión es total, con una obvia baja en resolución que se compensa con una vista espectacular usando el casco, y misiones que se aprovechan del modo para sacarle todo el jugo posible.

De hecho, me atrevería a aventurar que Skies Unknown VR es una de las experiencias más entretenidas del no tan exitoso aditamento de Sony, que parece sobrevivir a base de estos pequeños guiños dentro de otros juegos más que por tener un catálogo sólido.

Aterricemos el jet

En conclusión, Ace Combat 7: Skies Unknown es una alternativa demasiado sólida para dejarla pasar. Si eres de aquellos que gustan de los juegos de simulación -y los autos ya te cansaron el año pasado- bien puedes inclinarte por la joya escondida de este 2019, que volvió en gloria y majestad al sitial de honor que se merece.

Incluso considerando sus yerros -que como ya vimos, los tiene- se justifica su adición a tu biblioteca, no sólo para jugar su campaña sino para darle mucho tiempo al multijugador, el que teniendo en cuenta la fanaticada de juego se mantendrá sólido y competitivo por bastante tiempo más.

Copia de revisión facilitada por Bandai-Namco. Suscripción de PS Plus para multijugador y sistema PSVR facilitados por PlayStation.

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