La sociedad parece que se encuentra en uno de sus periodos más decadentes. Los índices de consumo de drogas y el gusto por la cocaína de muchos habitantes del planeta parecen confirmarlo.
La cuestión es que estos hábitos nocivos han comenzado a alterar los ecosistemas de manera un tanto retorcidas. Tal como sucede en el río Támesis con su población de anguilas.
Las cuales viven con el resfriado colombiano permanente, con su comportamiento alterado e hiperactivo; gracias al alto grado de cocaína que hay en el agua.
Eso es lo que afirman científicos del King’s College en el Reino Unido, según reporta The Mirror, luego de analizar la composición del agua; a través de muestras obtenidas de la estación de monitoreo ubicada en Westminster:
Dichas aguas residuales no son otra cosa más que el producto de la gente que orina sobre el río. Al parecer totalmente empericados. En especial los fines de semana.
Las anguilas constituyen la primera especie que ha visto alterado su comportamiento habitual; debido al cambio en la composición del agua.
Esto es el escenario perfecto para el inicio de una película de Serie B.
*Para nuestros lectores que no sepan qué es un pasón, aquí la respuesta.