Una investigación postula que el estado socioeconómico de lo niños puede tener un impacto en su desarrollo. Científicos creen que la estimulación temprana es clave acortar esta brecha.
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Investigadores del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos analizaron 1200 imágenes de resonancia magnética (IRM) cerebrales de más de 623 jóvenes de entre 5 y 25 años, y se dieron cuenta de algo preocupante.
El estudio, publicado en el Journal of Neuroscience y rescatado por Independent UK, explica que «el desarrollo cerebral temprano se produce dentro del contexto de las experiencias y el entorno de cada niño, que varían significativamente en función del estado socioeconómico».
Con esta premisa, analizaron los cerebros de los niños y jóvenes, y encontraron que las regiones del cerebro responsables del aprendizaje, el lenguaje y el desarrollo emocional tienden a ser más complejas en las personas cuyos padres fueron educados a un nivel superior o que tuvieron trabajos profesionales.
Aquí se juntan varios factores. Con mayor nivel socioeconómico se refieren al entorno que permite la estimulación de un niño, ya sea considerando factores como la educación de los padres y evidentemente los medios materiales que tienen a su disposición (alimentación, libros, espacio, etc).
Considerando esto, explicaron que en la primera infancia se posibilita un efecto pronunciado en dos áreas del cerebro, el tálamo y el estriado, donde hallaron disparidades dependiendo de la estimulación temprana. El tálamo es una región clave en el centro del cerebro, involucrada en la transmisión y el procesamiento de la información sensorial, y un volumen mayor de tálamo está estrechamente relacionado con un pensamiento más rápido y un mayor coeficiente intelectual verbal.
Los investigadores mencionan que un apoyo adicional en los años preescolares podría ayudar a minimizar las desigualdades que se acentúan en la vida, como el rendimiento académico.
La idea de que el capital cultural puede acentuar las desigualdades, también fue abordado por el sociólogo francés Pierre Bourdieu hace varias décadas. El autor mezcla este concepto con el de capital económico y capital social, aspectos igualmente relevantes para entender las desigualdades sociales. Puedes revisar su obra, La Reproducción.