Transporte

Así funciona Grin, uno de los servicios de monopatines eléctricos por alquiler que operan en Bogotá

Salimos a la calle y montamos en uno de los monopatines eléctricos de Grin, y podemos compartir cómo fue nuestra experiencia.

Hace poco mencionamos una de las últimas novedades que estaba llegando a Bogotá: El alquiler de monopatines eléctricos. Desde entonces hemos visto cómo la gente se ha estado desenvolviendo con la llegada de estos pequeños vehículos al país.  Si bien la afluencia de personas que está usando el servicio ha aumentado, todavía su existencia es un misterio para muchos. Para aclarar las dudas alrededor del tema, decidimos enfocarnos en una compañía en específico: Grin.

Grin Scooters es uno de los competidores de este naciente mercado de alquiler de monopatines eléctricos. Su alianza con Rappi le ha permitido tener un buen arranque y situarse en uno de los sectores más concurridos de la ciudad. Así, usaremos este caso para explicar cómo funciona este servicio:

¿Cómo se usa?

Lo primero que hay que hacer es descargar la aplicación de Grin Scooters. Acto seguido, hay que hacer un proceso de registro en el que se incluye el método de pago (tarjeta de crédito, aunque funciona con Nequi).

Una vez hecho el registro, se puede buscar en el mapa los monopatines disponibles y sus ubicaciones. Actualmente en Bogotá hay más de 150 unidades distribuidas entre la Calle 72 y la Calle 147 y la Carrera Séptima y la Autopista Norte.

Cuando se ubica el monopatín deseado, se debe ir hasta él, el cual estará ubicado en la calle. Al oprimir en el ícono del mapa que lo representa, se abrirá un lector de código QR. En ese momento se debe acercar el celular para identificar el código y así desbloquear la patineta.

Después de desbloquear la unidad, empezará a registrar un cobro en la tarjeta registrada. Dicho valor será de COP $1.500 de salida, más $300 adicionales por minuto. Debido a eso, hay que aprovechar cada segundo que se usa el producto.

El manejo en muy sencillo. Lo que hay que hacer es ubicar un pie en el monopatín mientras se usa el otro para dar un buen impulso. Hecho eso, se podrá pulsar el botón verde de «Go» para que esta avance por sí sola. Para frenar se puede oprimir el botón rojo de «Stop» en el lado opuesto o presionar con un pie la rueda trasera. 

Todo es cuestión de equilibrio y de no pasarse con la velocidad. Esta última puede ser calibrada justo debajo de donde está el código QR.

Cuando se termina de usar, el monopatín debe dejarse en un punto designado en el mapa para que otra persona pueda usarlo.

Experiencia

Lo cierto es que después de probar el servicio, se puede asegurar que cumple con lo que promete. Esto es llegar de un punto a otro de manera rápida y sin tener que pagar por usar un taxi, por ejemplo.

El hecho de llegar rápido se facilita al usar las ciclovías que existen en la ciudad. En la prueba que realizamos, atravesamos la carrera 11 desde la calle 82 hasta el parque de la 93. Esto en tan solo 7 minutos, y por supuesto, evitando las congestiones que hay normalmente en hora pico. 

De hecho, los monopatines alcanzan velocidades de hasta 27 km/h. No parecerá mucho, pero es bastante cuando se vive la experiencia. Por ello hay que tener mucho cuidado de mantener el equilibrio y seguir normas de seguridad para no sufrir un accidente. Además, es recomendable llevar casco.

Los monopatines efectivamente se encuentran en los lugares indicados en el mapa. Eso sí, fuentes de Grin cuentan que hay personas que están tratando de llevárselos «porque se los encontraron en la calle» o personal de seguridad de la zona que los guarda por prevención para que eso no ocurra. Según ellos, eso ocurrirá por ahora mientras se dan a conocer.

Actualmente el sistema cumple con las expectativas del consumidor. Falta ver si no siguen sufriendo problemas con la alcaldía, como mencionamos en nuestra anterior nota.

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