Durante los últimos meses Uber se había distinguido, en el espectro de lo positivo, por realizar ambiciosas pruebas con coches autónomos. Hasta que las cosas salieron muy mal.
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Ese accidente mortal en Arizona, acontecido en marzo de 2018, hizo que la compañía perdiera sus permisos de operación; para realizar pruebas con esta clase de vehículos.
Sin embargo, según reporta la agencia informativa Reuters, Uber ha recuperado los permisos para realizar pruebas con coches autónomos.
Aún así, esto no significa que iniciarán de inmediato con sus evaluaciones. De hecho, implementarán varios cambios para asegurarse que no haya más accidentes fatales.
Ahora las pruebas con coches autónomos no podrán realizarse de noche, ni con clima lluvioso. Cada sesión se haría con dos empleados en los asientos delanteros. A la par que se habilitaría un sistema de frenado automático encendido en todo momento.
El circuito para las evaluaciones ahora será de apenas kilómetro y medio; en una ruta que conecta a dos oficinas de Uber. Y nunca podrá ir más rápido que a 40 kilómetros por hora.
Previo al accidente Uber realizaba pruebas en cualquier condición climática y hasta soltaba sus vehículos en autopistas de alta velocidad.
Lo cierto es que ahora todos los demás habitantes de la ciudad estarán más seguros.