Curiosidades

El ser vivo más grande del mundo está muriendo por culpa del ser humano

Pando es considerado el ser vivo más grande del mundo al ser un bosque muy antiguo de árboles clónicos conectados por las raíces.

Cuando se habla del ser vivo más grande del mundo, cualquiera se imaginaría un solo animal de grandes proporciones o tal vez un árbol cuyas ramas logran tapar la vista del sol. Sin embargo, la respuesta correcta tiene que ver con lo que se confundiría perfectamente con un bosque.

Se trata de Pando, que a simple vista es un bosque de álamos de 43 hectáreas de extensión. Lo sorprendente de esto es que en realidad se puede considerar un solo árbol que se conecta por las raíces de al menos 40.000 de sus clones. Esto le ha dado el título del ser vivo más pesado del planeta, con una aproximación de 5.980 toneladas.

Nacido en la última era glacial hace miles de años, Pando es toda una curiosidad de la biología. Está ubicado en Utah, Estados Unidos y su reproducción sucede de forma muy particular. En vez de usar semillas, genera nuevos brotes a partir de sus raíces con una información genética exactamente igual. En otras palabras, genera clones que están conectados por la raíz.

Lenta muerte causada por los humanos

Pero solo este hecho no es lo que ha generado atención en torno al ser vivo últimamente. Investigadores han estudiado la zona y han concluido que la supervivencia de Pando está siendo amenazada. ¿La razón? Como de costumbre, es por culpa de los seres humanos.

Al parecer en los últimos 40 años Pando no ha logrado crecer. De hecho, su extensión se ha visto reducida, y se dice que el organismo de hecho está muriendo.

El geográfo investigador Paul Rogers se ha dedicado a estudiar y explicar el tema. A pesar de que los álamos vivan más de 100 años, el científico sostiene que no hay nuevos árboles que reemplacen a los más viejos. Este fue su ejemplo:

«Es como si fuera una ciudad de 47.000 habitantes y todos tuvieran 85 años».

La razón de que no hayan presentes nuevos brotes se debería en dos sentidos a los seres humanos. Por un lado, la presencia cercana de personas ha permitido que las vacas pasten de forma más cercana en la zona y se alimenten de los brotes; así como sucede también con los ciervos. Por el otro, la civilización ha terminado ahuyentando a los depredadores naturales de estos animales. En otras palabras: hay una sobrepoblación de herbívoros amenazando a Pando.

Es por eso que el asunto se ha vuelto alarmante. Se ha propuesto obligar a que los ganaderos retiren a sus vacas del bosque, así como cacerías de ciervos.

Según Rogers, de seguir así, en 10 años Pando perdería significativamente gran parte de su tamaño.

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