FWLabs

Super Mario Party: el juego “rompe amistades” volvió mejor que nunca [FW Labs]

Probamos la fiesta de Mario a costa de perder a nuestros amigos, pelear con nuestros compañeros y romper muchas relaciones interpersonales.

Mario Party era una de esas franquicias que creíamos extintas, basándonos en lo pobre de sus últimas entregas y en un spinoff con minijuegos que pasó sin pena ni gloria por la Nintendo 3DS. Nada hacía presagiar que después de diez entregas y años de diluir lo que nos gustaba del juego, la fiesta del plomero italiano volvería mucho mejor, y en la consola ideal para su jugabilidad.

Si pensamos en la historia de Mario Party, siempre ha estado ligada al éxito de sus consolas, para bien o para mal. Hace dos décadas, Mario Party en la Nintendo 64 era una brisa fresca: 50 minijuegos hechos para destruir tus controles, y de paso tus amistades. Con el paso del tiempo el éxito fue inconsistente, de la mano de la pobre recepción de la Gamecube o arriba del singular éxito de la Wii.

Sin embargo, las última entregas -Mario Party 9 para Wii, 10 para WiiU- agregaron fórmulas nuevas al juego que no le gustaron a nadie, en su mayoría para quitarle la «competición» al juego con minijuegos que le sacaban muy poco partido a los controles. Esto es una tendencia de todas maneras, al menos en el universo del juego.

La buena noticia -para los que tienen la Switch- es que el nuevo reventón de Mario está renovado, y viene a perfilarse como ese juego que tienes que tener en tu biblioteca si quieres usar la consola de Nintendo con tus amigos. Y obviamente, perderlos en el proceso.

Destruyendo nuestra amistad en Super Mario Party

Destruyendo amistades: ¡Estamos jugando Super Mario Party para la Nintendo Switch! #ViernesDeVideojuegos

Posted by FayerWayer on Friday, October 5, 2018

Hay una fiesta, y es esta noche

Una de las ventajas que tiene Super Mario Party es que llega en el momento correcto con la variedad ideal: no solo tiene una gran cantidad de minijuegos, sino que los modos de juego aumentaron tanto en cantidad como en entretención.

Primero, hay que señalar que es posible jugarlo como máximo con cuatro personas, con 4 Joycons en una sola consola, o dos para dos con un solo cartucho. Es un poco tedioso tener que conseguirse otros dos controles para jugar -ya que el juego no es compatible con otro tipo de control- pero vale la pena tener otro par, se los decimos por experiencia propia.

Por otro lado, por fin se eliminó la molesta modalidad del «carro» y volvimos a tener un Party con un mundo -digamos, el hub de juego- que nos permite elegir entre diversas actividades, descubrir personajes nuevos, coleccionar stickers y todas esas cosas que los desarrolladores le ponen para que sigas jugando.

En cuanto al modo original tienes cuatro tableros a tu disposición, todos un poco cortos pero con mecánicas entretenidas y dinámicas. Lo bueno es que cada tablero es único en estrategias, y como ya es menester en la franquicia, premia movimientos inteligentes y buenas tiradas del dado. ¿El mejor tablero? El de Kamek, sin lugar a dudas.

Quizá podríamos haber tenido un par de tableros más -cuatro es muy poco, seamos honestos- pero esta falta está compensada más adelante.

De todas maneras, el espíritu «rompe amistades» del modo Party continúa intacto, con robos furtivos de estrellas, espacios de mucha mala suerte y comebacks únicos, que pondrán en peligro tus relaciones interpersonales.

Baila, baila conmigo

El resto de los modos busca precisamente lo contrario: Nintendo en su mayoría quiso compensar «lo violento» del modo Party con diversos juegos en los que puedes jugar de una manera más cooperativa.

Por ejemplo, River Survival es un modo totalmente cooperativo, donde vas en una balsa y debes remar -sí, remar de verdad- para llegar al final en un río con ramas al estilo OutRun, plagado de desafíos y con un timer detrás. Asimismo, los minijuegos en este modo son totalmente cooperativos y requieren de mucha coordinación.

Para los más «bailarines» hay un modo muy entretenido llamado Sound Stage, donde se juega de pie y todos los minijuegos son rítmicos. Si fuiste malo para el Dance Dance Revolution o para juegos como el Just Dance y tu conexión nerviosa cerebro/manos no es la mejor, no la vas a pasar tan bien. De lo contrario, puede que sea el modo más entretenido y chistoso del juego, sobre todo con un par de cervezas en el cuerpo (si eres mayor de 18, por supuesto).

En el caso que sólo quieras jugar minijuegos, Nintendo también diseñó modos de competencia en los cuales no necesitas un tablero, como la Mariothon -una serie corta de 5 minijuegos- o Square Off -un tablero de 16 cuadrados que vas llenando conforme vas ganando- además del ya conocido Free Play.

Por último, el Toad’s Rec Room tiene varios minijuegos especiales que se aprovechan de configuraciones especiales de la consola, como sobre una mesa, o en tandem con otra consola. Lo mejor es que en particular estos juegos aprovechan lo certero del Joycon de la Nintendo Switch, cuyo sensor de movimiento es fantástico. Algo saben allá en Nintendo, oye.

Y al costado del camino…

De todas maneras, la sensación que te queda después de tanto minijuego es que se le podría haber sacado más partido al control de movimiento, algo que se ve muy bien en ciertos minijuegos pero que cuesta encontrar en Mario Party.

Probablemente esa sensación está ahí por una razón: 1-2-Switch! fue por un tiempo el único first party hecho específicamente para jugar en grupo, y Mario Party llegó a llenar ese vacío muy bien, aunque con momentos en los que se echa de menos un poco más de esfuerzo.

En general creemos que vale la pena, que llega a revitalizar la franquicia en un momento de ausencia y que -a pesar de los pocos yerros- es un juego que necesitas en tu biblioteca de Switch, tengas amigos o no. Si no, esperamos que no los hayas perdido jugando Mario Party.

 

Tags

Lo Último


Te recomendamos