¿Se imaginan ir a un hotel, en Nueva York y dejar de lado tu celular? Yo tampoco, y es más, me parece barbárico.
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Aún así, el Hotel James de la Gran Manzana ofrece un servicio de «desintoxicación» tecnológica a cambio de un descuento de un 10% en el total de tu estadía.
El tema funciona así, les avisas con anticipación y tu celular pasa a sus manos, donde lo guardan en una caja fuerte con un temporizador que muestra cuándo se abrirá y podrás volver a tu vida normal.
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Suena como una linda idea, pero estando en una ciudad tan hiperconectada como Nueva York, suena casi como un suicidio tecnológico. Digamos, fuera en las montañas o en la playa, ahí quizás lo pensaría.
De todas formas no deja de llamar la atención lo «vulnerable» que puede llegar a ser este descuento. Les pasaría mi celular antiguo, quizás con una sim de prepago y ya, pongo en silencio el propio al pasar por el lobby.
¿Les gusta la idea de este hotel? ¿Creen que otros deberían replicarla alrededor del mundo? Yo soy de la idea de que cada uno es dueño de sus decisiones y verá cuánto necesita su móvil. No pasa de ser más allá que una movida comercial disfrazada de «wellness«, pero está interesante, sin duda.