Lisa, la hija no reconocida durante varios años del fallecido y excéntrico multimillonario Steve Jobs, ha sacado un libro con líneas bastante perturbadoras.
En una extensa entrevista en el New York Times, la autora relata episodios perturbadores que según ella, «perdonó».
Uno de ellos y quizás el menos fuerte de todos es que en su lecho de muerte, Jobs le dijo: «hueles a inodoro» ¿Qué? Sí, eso.
Pero ella casi que lo cuenta como un episodio jocoso, una «muestra de su honestidad». Lo más grave viene después.
Según otros relatos, cuando ella era pequeña, a los 9 años, la obligaba a quedarse en la misma habitación donde estaba teniendo sexo con su madre.
«Tienes que ser parte de esta familia, estamos teniendo un momento familiar», le decía Steve a la pequeña.
Lisa Brennan-Jobs dice que, a pesar de lo anterior, jamás la tocó ni hizo acercamientos de índole sexual hacia la niña.
¿Hippie? ¿Freak? ¿Simplemente delictual? Eso queda a merced de los lectores, que podrán saber más en el libro de Brennan-Jobs, Small Fry, que se publica mañana, 4 de septiembre.
En otras cosas más banales, relata que jamás le dio más dinero del necesario, porque este «la podía arruinar», según dice. De todas formas, fue una de las herederas de la fortuna del fundador de Apple.
