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Dan Katcher, el “padre de los dragones” de GoT: “Las escamas son lo más difícil” [FW Entrevista]

Fayerwayer tuvo la oportunidad de hablar con Dan Katcher, el llamado “Padre de los dragones”, creador de las temibles criaturas que aparecen en Game of Thrones.

La vida de Dan Katcher siempre giró en torno a criaturas que hoy no existen en este mundo. Su afición desde pequeño por los dinosaurios y la anatomía lo llevó a invertir su tiempo en hacer figuras de estos animales extintos mientras estaba en el colegio. Parece que fuera cosa del destino que terminara diseñando dragones para HBO.

Sabiendo de sus dotes artísticas, se dedicó durante varios años a hacer juguetes de arcilla hasta que se vio obligado a aprender a hacer su arte digitalmente en un computador.

Su sueño se cumplió al trabajar en la creación de los dinosaurios de la serie Terra Nova de Fox, pero su mayor logro fue ganar un premio Emmy por su gran papel en la creación de los dragones Drogon, Viserion y Rhaegal en Game of Thrones.

Fayerwayer: ¿Cuándo decidió convertirse en un artista digital y por qué?

Dan Katcher: No fue cuestión de querer sino de necesidad. Durante un tiempo me dediqué a hacer juguetes pero tuve suficiente de ello y quería entrar a trabajar en películas.

En ese momento el trabajo fílmico se estaba convirtiendo en algo digital. No había cambiado completamente aún pero sí estaba iniciando su transformación. Vi que ese sería el futuro, sabía cómo iba a ser, y tuve que aprender una nueva tecnología. Eso fue una decisión que de la que de yo no me arrepiento porque gracias a la tecnología es que puedo ser quien soy hoy. Si no usara mi Tablet y no supiera usar el Zbrush, hoy sería muy pobre y estaría desempleado. Fue una buena decisión.

FW: ¿Fue difícil cambiarse a lo digital?

DK: En un inicio… sí. Fue muy difícil. Luché contra eso por muchos años y detesté el trabajo digital durante casi toda mi vida; pero creo que cuando Zbrush 3.1 apareció, finalmente la tecnología fue un lugar que pude usar como artista. No tenías que ser técnicamente tan habilidoso, no tenías que saber matemáticas, solo tenías que ser artista en ese punto. Solo tenías que dibujar y ya.

Además, cuando vi King Kong de Peter Jackson y observé que tenían músculos que se movían, me dije a mí mismo “esto no lo puedo hacer con arcilla. Con ningún método tradicional puedo hacer que los dinosaurios y un gorila gigante se vean así”. También supe entonces que si iba a hacer dragones para películas, eso debía hacerse en computador.

FW: Viendo su trabajo, parece que usted tiene un especial interés por criaturas como dinosaurios y , por supuesto, dragones. ¿Cuál es la razón de eso?

DK: Cuando yo era un niño, vivía en el Bronx en Nueva York. Mi padre es un científico, y casi todos los fines de semana íbamos a mi lugar favorito en el mundo: El Museo de Historia Natural de Nueva York, donde podía ver los huesos de dinosaurio en todo su esplendor.

Le pregunté a mi papá sobre los dinosaurios (curiosamente mi hijo hizo lo mismo conmigo): “Papá, ¿dónde están los dinosaurios?” y él respondió “ellos no van a volver jamás”. ¡Eso me pareció horrible! Así que ha sido un sueño toda mi vida el resucitarlos, el verlos, el saber cómo es que se ven.

Por eso invertí tiempo estudiando a los dinosaurios, su anatomía, sus huesos, todo con el plan de algún día traerlos de nuevo a la vida. Cuando tuve la oportunidad de hacerlo en Terra Nova, fue todo un sueño hecho realidad.

Desde entonces he hecho principalmente dinosaurios. Los dragones son solo la mezcla de dos de mis cosas favoritas en el mundo: El Diablo y los Dinosaurios, y eso los hace divertidos.

FW: ¿El Diablo?

DK: Sí, me encantan los dinosaurios y el final de Fantasía (película de Disney, 1941). Hablo de la escena en la que el Diablo aparece en la punta de la montaña. Esa es una de mis escenas favoritas de todo el cine. Para mi un dragón representa eso: la mezcla entre los dinosaurios y el diablo, y eso me parece genial.

FW: ¿Cuáles son sus historias ficticias favoritas?

DK: Probablemente historias de ciencia ficción. Mis libros favoritos son los clásicos 1984 de George Orwell, y Un Mundo Feliz de Aldous Huxley.

FW: ¿Cómo comenzó a trabajar con HBO en Game of Thrones?

DK: Estaba trabajando para Terra Nova en ese momento. Me contactó Reiner Gombos, quien entonces era era el productor ejecutivo de efectos visuales de Game of Thrones. Habló sobre el proyecto teniendo en cuenta que los dinosaurios y los lagartos eran elementos en los que yo me especializaba. Me preguntó si yo podía rediseñar los dragones para el programa. Le mostré mi trabajo, le encantó, y eso fue todo.

Fue algo como estar en el lugar y el momento correcto al tener un portafolio que contenía exactamente lo que ellos estaban buscando, que eran los dragones.

FW: ¿Leyó alguno de los libros?

DK: Debo ser honesto… nunca leí los libros. De hecho, nunca entendí qué tan bueno era el programa hasta que empecé a trabajar en él hasta la segunda temporada. Tan solo hace un año había aparecido un pequeño dragón bebé pero ese modelo era terrible.

Como dije antes, Terra Nova fue mi centro de atención, por lo que realmente creía en el programa. Cuando fue cancelado, me deprimí mucho. Las buenas noticias fueron cuando prendi mi televisión y vi Game of Thrones. Después de ver la primera temporada, dije “¡Dios mío, esta serie es increíble!”.

Desde entonces se volvió mi principal centro de atención por varios años. Me puse a trabajar en los dragones, puse todo mi amor en ello, y funcionó.

No leí los libros, y el diseño de los dragones era ya algo que existía antes de trabajar en el programa, al menos en mi cabeza.

FW: ¿Qué fue lo más difícil de hacer los dragones?

DK: Definitivamente las escamas. Se trata de su superficie, requieren una inmesa cantidad de detalle. Son muchísimas escamas y son técnicamente desafiantes por su tamaño. Cuando (los dragones) eran pequeños, los aspectos técnicos eran fáciles. Sin embargo, para la temporada cuatro, cuando eran lo suficientemente grandes para ser montados; hacer que tuvieran suficientes detalles para que se vieran bien a la hora de hacer un acercamiento con la cámara fue probablemente la parte más difícil de mi trabajo.

FW: ¿Cómo fue el proceso de crecimiento de los dragones a lo largo del programa?

DK: La fisiología de los dragones mientras crecían cambiaba dramáticamente. Como consecuencia, cada temporada yo los volvía a hacer completamente desde adentro hacia afuera. Hacía sus huesos más grandes, pero también tenía que cambiar su anatomía, su fisiología, tenía que hacer que se vieran más como adultos y menos como bebés. No puedes simplemente oprimir un botón que diga “Dragón más Grande”. Eso no funciona así. Sería como hacer lo mismo con un bebé y decir “Ahora es un hombre”. Exactamente el proceso que implica convertir un bebé en un hombre, es el mismo para mis dragones en el que todo cambia mientras ellos crecen.

Aún así tienen que verse como la misma criatura pero todo cambia. Las escamas cambian, las caras también. Es una completa reconstrucción cada temporada.

FW: ¿Cuál parte del programa le enorgulleció más?

DK: Fue en la última temporada cuando el dragón se abalanza (sobre el ejército Lannister) y los quema a todos vivos. Esa en la que Daenerys ataca a la caravana del botín. Me sentí muy bien pero también fue mi momento menos enorgullecedor… porque el presidente Donald Trump lo mencionó y eso me hizo enojar mucho (risas). Fue mi mejor y mi más vergonzoso momento. Trump lo arruinó.

FW: ¿En qué otras producciones ha trabajado y cuáles han sido las mejores?

DK: Terra Nova, Linterna Verde, ahora estoy haciendo varias cosas divertidas para The Flash.

FW: ¿Qué requeriría una persona para trabajar con criaturas ficticias?

DK: Necesita entender anatomía y fisiología. Básicamente, ser un científico. Necesita entender que cuando hago un monstruo y este mueve un brazo, puede hacerlo porque hay músculos que hacen que su brazo se mueva. No podrías saber cómo se vería un brazo a menos que entiendas sobre cómo funciona.

Si quieres hacer criaturas, deberías estudiar anatomía sobre dinosaurios, aves, reptiles y especialmente personas. Ese es el único requerimiento junto a tener la habilidad artística de hacer que las cosas se vean bien.

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