Twitter durante las últimas semanas ha dado algunas señales que sugieren un renovado interés por regular su plataforma. Hace unos días vimos cómo metieron en cintura a Alex Jones y su Infowars; y ahora el CEO de la red social habla de la culpa que ha tenido por no actuar antes.
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Jack Dorsey en entrevista exclusiva con el Washington Post expió sus pecados. Admitiendo que las medidas implementadas hasta ahora para controlar los problemas de Twitter no han sido suficientes:
Lo más importante que podemos hacer es analizar los incentivos que estamos creando en nuestro producto. Porque expresan un punto de vista de lo que queremos que haga la gente, y no creo que sigan siendo los correctos.
Dorsey admite que no han atacado las causas de raíz y sólo han reaccionado ante los «síntomas» de un problema más severo; como los «incentivos» de los usuarios de Twitter para adoptar el comportamiento que llevan.
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El discurso de odio y las noticias se han convertido en elementos constantes de Twitter. De modo que Dorsey plantea cambiar la forma de mostrar tuits.
Para integrar publicaciones con información real y fidedigna junto a los mensajes falsos. Para facilitar su contraste.
De igual manera el ejecutivo plantea la posibilidad de utilizar un distintivo para identificar visualmente a las cuentas que en realidad son bots.
Por ahora todo son promesas. Necesarias y urgentes.