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‘The Toys That Made Us’: Una genial serie documental sobre criaturas capitalistas de plástico [FW Opinión]

La serie The Toys That made Us de Netflix es dosis de cultura pop a la vena, retratando además un mundo y una sociedad alienada por el materialismo.

Space: the final frontier. These are the voyages of the starship Enterprise. Its five-year mission: to explore strange new worlds, to seek out new life and new civilizations, to boldly go where no man has gone before.


Hubo un tiempo en que el viaje de la infancia era en miniatura, revestido de plástico, con la destrucción estelar análoga de cabezas, brazos y piernas mutiladas en el jardín. Existió una última frontera, una galaxia muy lejana en que los niños coleccionaban juguetes y descubrían ahí nuevas civilizaciones y personajes.

Hubo un tiempo dónde había “armas más elegantes” y donde cualquiera con un poco de imaginación podía “tener el poder”. Un momento de la historia en que hombres adultos ganaron millones de dólares exprimiendo con fabricaciones en serie los sueños de los niños.

Había un tiempo en que los nombres de Kenner, Mego, Hasbro, Mattel o Lego significaban verdaderos imperios listos para entrar a un campo de batalla por obtener las mejores licencias de series, películas, cómics y dibujos animados.

Hoy ese tiempo parece extinto y exiliado a grandes coleccionistas ya adultos que en su infancia no pudieron comprar esas figuras que eran parte de su imaginario. Así hordas de viejos fanáticos de Star Wars, Star Trek, Lego, He-Man, Gi-Joe, Transformers, Barbie, Hello Kitty recuerdan esa época de oro en sus vidas en la genial serie documental de Netflix: “The Toys that made us”.

Porque en esos juguetes que nos hicieron adultos está la inocencia perdida: ahí en esa ilusión de adentrarse a las fantasías animadas vino la búsqueda desesperada del TENER, ADQUIRIR, POSEER, MANIPULAR Y ABANDONAR.

Cual lógica capitalista y mercantil de la sociedad, este tremendo show televisivo hace hincapié en forma sutil a la producción en serie, a la satisfacción a toda costa del consumo y a la manipulación. A desechar lo imperfecto, a la medición de popularidad, a lanzar al agujero negro del olvido a lo que pasa de moda, y a darle “magia” a los objetos para perpetuarse como valor intrínseco del materialismo.

Compras de licencia, riegos económicos, explotación a destajo de las imágenes y de generar todas las formas y geometrías posibles con las caras de los ídolos favoritos de los niños. Una máquina expendedora de la más genial estrategia de marketing en la historia de la humanidad.

Pero hay en “The Toy that made us” también otros valores que hacen el perfecto equilibrio.

Ahí están entonces los recuerdos, el enamoramiento fiel y respetuoso a una saga, el compartir, la imaginación, el arte, el diseño, las ideas, el trabajo en equipo, está el detalle en lo simple, el transportarse por un momento a otros mundos y espacios.

En esa dosis a la vena de cultura pop se mezcla toda nuestra infancia, con todos esos bemoles que solo ahora logramos comprender a gran escala. En esa época dorada en que los juguetes reinaban la tierra, los niños éramos seguidores en la fe que sólo podíamos ser iluminados cuando llegaba esa criatura de plástico, ahí bajaba el espíritu santo y nada más importaba, ni la producción en serie, ni los millones de dólares, ni el materialismo; sólo importaba cruzar esa última frontera y descubrir nuevas civilizaciones, ser pasajeros de ese viaje para ir a donde nadie ha llegado antes.

The Toys That Made Us Theme Song

Now you can listen to our #TTTMU theme song whenever you want! It's on Soundcloud here: http://bit.ly/2Bc0Yka

Posted by The Toys That Made Us on Saturday, December 23, 2017
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