El Índice Global de los Derechos de la Confederación Sindical Internacional categoriza a los países del mundo de acuerdo a la manera en que protegen los derechos de cada individuo como trabajadores. Con un ranking que va desde el 1 al 5+ (1 siendo lo mejor, 5+ lo peor), los países toman en cuenta los esfuerzos de los gobiernos y empresas por cumplir con las prestaciones que cada obrero necesita por ley.
Pues, resulta ser que en México, sorprendiendo a absolutamente nadie, nos encontramos en la categoría 5, la peor posible. De acuerdo a la investigación, en esta categoría están los países donde “si bien la legislación puede enumerar ciertos derechos, los trabajadores carecen efectivamente de acceso a ellos y está por tanto expuestos a unos regímenes autocráticos y a unas prácticas laborales injustas”. Es decir, ni los gobiernos ni las empresas respetan las leyes establecidas por ellos mismos, y activamente trabajan para evitar que los trabajadores obtengan los beneficios que necesitan para tener una vida laboral decente, o bien remunerada.
México comparte esta categoría con otros 31 países, entre ellos, Arabia Saudita, China, Colombia, Corea del Norte, India, Pakistán, Qatar y Ucrania.
Dentro de esta categoría, los trabajadores sufren constantemente de violaciones a sus derechos, como lo pueden ser penalizaciones a sus salarios por razones no especificadas, horas extra no remuneradas, la pérdida de fondos de retiro, la falta de registro a sistemas de seguro social, entre otras.
La única categoría por debajo de esta es la 5+, y en esta, los trabajadores sufren de exactamente las mismas violaciones a sus derechos que en la categoría 5. Sin embargo la diferencia clave entre la 5+ y la 5, es el hecho de que estas violaciones a sus derechos vienen a causa de conflictos internos gubernamentales y a ocupaciones militares.
Los «derechos» ignorados de los trabajadores en México
Esta investigación trae a la luz las razones del porque los derechos de los trabajadores sufren tanto dentro de los países que conforman esta categoría: Las prácticas antisindicales dentro de estas culturas recaen en la violencia y la represión, siendo rechazadas durante sus registros e ignorados por las autoridades después del mismo. Además, aquellos que si logran ser registrados suelen tener vínculos directos a los gobiernos, que efectivamente son quienes controlan las decisiones de estos sindicatos de trabajadores. Utilizándolos como simples recursos electorales, o reprimiendo y forzando a sus miembros para el beneficio de los líderes.
En México se rechazó tres veces el registro del sindicato de la confección Cone Denim Yecapixtla, y en su lugar, la compañía de estos trabajadores creó su propio sindicato.
El retraso de los procesos de registro, despidos por “insurgencia” y discriminación son algunas de las acciones más comunes dentro de las empresas en México para reprimir a los sindicatos, y en el país también se cuenta del asesinato de miembros de grupos que luchan por los derechos de nuestros trabajadores.