Sí, a los mexicanos nos gusta la fiesta; y más cuando juega nuestra Selección en el Mundial. Por eso, muchos trataron de «colar» alcohol al estadio de Moscú en donde sucedió el encuentro; pero quizá la forma más ingeniosa de hacerlo fue dentro de un «iPhone XI». Así como lo lees.
El comentarista mexicano Javier Alarcón subió un video a su cuenta de Twitter que se hizo viral casi de inmediato. Y de hecho; muchos consideraron una «no tan mala idea». Aunque ahora el secreto quedó expuesto (gracias, Alarcón).
¿Qué te parecería una «anforita» en forma de iPhone? Quizá Apple; quien se llevó además publicidad gratuita, se está tardando con la idea.
El iPhone XI que pone la fiesta
Se viene el iPhone XI en 3...2... pic.twitter.com/B78I6Q2NCU
— Javier Alarcón (@Javier_Alarcon_) June 17, 2018
Aunque las reacciones al tweet fueron diversas. Algunos presumieron sus formas de colar alcohol; como estos ingeniosos binoculares:
— HugoGO (@hug0g0) June 17, 2018
Pero otros no estuvieron tan felices. Se habló de la deshonestidad y esa supuesta necesidad que tiene el mexicano de pasar por encima las reglas establecidas; más estando en un país ajeno.
Siempre dando la vuelta a la autoridad o reglamento,por eso estamos en el puto hoyo
— Emilio RS (@emiliors77) June 17, 2018
https://twitter.com/fabglar/status/1008458027995992064
Nos hace gracia la trampa verdad? Ese ingenio debiera usarse para ayudar a los demás
— Alejandro Chavez (@achavezpro74) June 17, 2018
2 cosas:
— 🚂💨ɽσɠεɽċʋενɑʂ ⚽️ (@ROGER_CUEVS) June 18, 2018
1- Es el tipo de persona que asiste a los juegos solo por ser parte del evento, no por su afición al fútbol (y está bien, cada quien)
2: En tiempos dónde buscamos un país distinto, no deberíamos darle difusión a quien disfraza de ingenio la trampa. ¿somos o nos hacemos?
Rian y festejen, pero eso nos deja como un país que no respeta las normas. Por eso en muchas partes nos rechazan, por deshonestos, por qué si no tenemos al vigilante sobre el hombro nos vale
— Atwt9 (@Atwt9) June 17, 2018
Algo que ha quedado claro es que los mexicanos llevaron la fiesta a Rusia; aunque hay maneras, desde luego. Aquí se hizo presente el clásico ingenio mexicano usado para el «mal».