Ciencia

Se descubre un nuevo tipo de fotosíntesis que sobrepasa los límites de las plantas comunes

Investigadores habrían descubierto un nuevo tipo de fotosíntesis que permite que ciertos tipos de cianobacterias funcionen con luz infrarroja.

Desde que estuvimos en la primaria, hemos conocido cómo funciona el proceso de la fotosíntesis. Un organismo genera sustancias a partir del dióxido de carbono, agua y la presencia de luz solar. Esta última es fijada gracias a un pigmento llamado clorifila que es sensible a la energía luminosa. De este proceso se produce el oxígeno que necesitamos para sobrevivir.

No solo las plantas terrestres dependen de este proceso, sino que también las algas y las cianobacterias en el entorno acuático. Hasta ahí todo es normal y bien sabido.

Este proceso depende en gran parte de la luz solar. Entre los organismos que realizan fotosíntesis, los más comunes son los que emplean clorofila-a y clorofila-b. Estas actúan en amplitudes de onda específicos de la luz.

Como vemos en la tabla de más abajo, la absorción de luz de la clorofila en el espectro visible tiende a ser mayor en los intervalos azules (entre 400 y 500 nm) y rojos (600 y 700nm). La luz verde rebota, y por eso vemos esa típica coloración en las hojas de las plantas.

Se conoce que los organismos que realizan fotosíntesis no son capaces de funcionar con ondas cuya longitud sea mayor a 700nm, también conocidas como infrarrojas. A esto los científicos lo llaman «El límite Rojo» que ningún ser había logrado cruzar hasta ahora.

Más allá de la luz visible

Un estudio publicó recientemente lo que hace algún tiempo nadie hubiera podido creer. Al parecer un tipo de cianobacteria que habita las profundidades del mar podría realizar su fotosíntesis con fotones de baja energía, más allá del espectro visible de luz.

Efectivamente estas cianobacterias estarían utilizando la clorofila F, descubierta hace pocos años. Este tipo de clorofila permite funcionar más allá del «Límite Rojo» que tiene el reino vegetal. Concretamente, permitiría a estos organismos funcionar con amplitudes de onda de hasta 750 nanómetros.

Andrea Fantuzzi, co-autor del estudio, dio su opinión sobre el descubrimiento:

Encontrar un tipo de fotosíntesis que funcione más allá del límite rojo cambia nuestra comprensión de los requisitos energéticos de la fotosíntesis».

El descubrimiento podría servir para tener más detalles sobre la forma de obtención de oxígeno. Saber cómo funciona el proceso en lugares donde la luz le cuesta llegar podría ser útil. Quién sabe, a lo mejor nos serviría para conquistar otros lugares del sistema solar.

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