Hace un tiempo atrás tuve la chance de probar el Fitbit Ionic, el primer smartwatch de Fibit que en general a todos les pareció un buen primer acercamiento de la marca a algo más que bandas para hacer ejercicio.
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Pero el Ionic, con su diseño, decía de entrada que no era para todos. No era demasiado «estiloso» al ser un aparato más grande que un reloj tradicional; no pesado, pero grande. No parecía realmente un reloj.
¿Entonces? Con el Versa, Fitbit pretende acercarse un poco a los usuarios más tradicionales. A los que usan un reloj como un accesorio de todos los días y que tal vez no quieran pagar tanto dinero por las opciones -y la construcción- de un reloj más todoterreno como el Ionic.
Especificaciones:
- Pantalla: LCD, 1.34 pulgadas (resolución no especificada)
- Sensores: altímetro, acelerómetro, monitor de ritmo cardíaco
- Sistema operativo: Fitbit OS
- Conectividad: Bluetooth, Wi-Fi, NFC
- Peso: 20 gramos
El Versa sigue esa filosofía de Fitbit que los enfoca a hacer productos enfocados principalmente para la salud y donde todo lo demás viene como accesorio. Esta versión del smartwatch tiene todas las funciones del hermano mayor Ionic excepto una -ya entraré en ese detalle-, por lo que uno se asegura un medidor de pasos, de ritmo cardíaco y de diferentes actividades físicas en general.
Pero el Versa es un producto diferente porque es más pequeño y parece un reloj tradicional. Por lo mismo, es super cómodo de usar -aun más que el Ionic, que no era precisamente molesto- y su diseño tipo cuadrado pero redondo es bastante sencillo y elegante a la vez.
En lo personal, el hecho de que parezca reloj es un plus y especialmente pensando en el target al que Versa va dirigido. Porque sí, hay opciones de personalización tanto en forma digital (skins para la interfaz) y también en forma real, como ser las variedades de correas que, esta vez, también son más sencillas que las del Ionic.
En resumidas cuentas, el Fitbit Versa cumple con eso de tratar de ser un reloj para cualquier persona porque, con la pantalla apagada, eso es lo que parece: un reloj tradicional que tiene un tamaño aceptable, que no pesa nada puesto en la muñeca y que no rompe con ningún look ni tampoco se ve como un accesorio absolutamente ajeno.
¿Y qué tal funciona?
En comparación con el Ionic, lo único que no tiene el Versa es el GPS. Todo el resto de funciones tanto para medir la actividad física como otras más lúdicas que van desde el uso de aplicaciones o escuchar música, están presentes aquí y de la misma forma que en el otro modelo de Fitbit.
Esto se debe, principalmente, debido a que es al sistema operativo que utilizan los relojes al que se le han hecho bastantes cambios desde su primera versión. Sí, se han agregado nuevas aplicaciones tanto por parte de Fitbit como por parte de terceros, pero también han habido mejoras en el funcionamiento de la interfaz.
El Fitbit Versa parece al tacto mucho más responsivo que la primera versión del Ionic. No es que la pantalla de ese smartwatch haya tenido un mal tiempo de respuesta, pero el Versa es muy rápido (y parece más que antes) moviéndose por las diferentes pantallas o corriendo las diferentes aplicaciones que se cargan desde la aplicación.
El reloj sigue dependiendo de la aplicación de Fitbit para muchas opciones de configuración y aquello no parece que vaya a modificarse en el futuro por cuestiones lógicas de usabilidad, pero es bueno ver que la compañía no se ha quedado solo en las palabras y ha optimizado en buena forma el sistema operativo del reloj. Al menos usando el Versa, no tuve un problema recurrente de hace unos meses atrás con el Ionic: que el equipo se reiniciara al cambiar de skin.
Fitbit ha agregado a su plataforma nuevas funciones, como por ejemplo, un completo sistema para medir el ciclo menstrual en las mujeres. Estas mejoras están disponibles a nivel de sistema operativo en los dos modelos de relojes y no son específicas de este Versa, pero a grandes rasgos sirven para «engrosar» la oferta de funcionalidades que, pese a todo, sigue quedándose un poco corta en relación a lo que tienen otros fabricantes. Pero supongo que aquello cambiará con el pasar del tiempo.
Conclusiones: Ahora más cercano a las masas
El Fitbit Versa me parece a todas luces un aparato mucho más para todo público que el Ionic.
No solo por su diseño estético sino por su precio: oficialmente el reloj cuesta USD $200, un tercio menos que el precio original del Ionic. Y en general sus características de hardware son similares porque la batería -uno de los puntos ganadores de Fitbit- dura sin problemas entre tres o cuatro días, el reloj parece estar bien construido pese a lo liviano que es, y las mediciones de actividades físicas son en general muy correctas.
Quizás las críticas más evidentes a este reloj vienen por el lado del sistema operativo, cuya forma de funcionar todavía no parece tan madura como, por ejemplo, un WatchOS o el renombrado WearOS. Las notificaciones son aún muy limitadas, lo mismo que las respuestas que se pueden entregar desde la pantalla.
Aún así, no hay que olvidar que Fitbit como empresa tiene otro fin y lo de ellos primero es resolver la parte «saludable» antes que lo demás. Esa parte, hasta ahora, parece bien implementada en estos dos relojes. Ahora solo falta lo otro, pero quienes quieran comprarse un Versa en ningún caso van a sentir que al producto le faltan (demasiadas) funciones.
Lo bueno:
- Su diseño es muy sobrio y sencillo
- Excelente duración de batería
Lo malo:
- Hace falta una opción, aunque sea rústica, para responder a aplicaciones de mensajería en iOS
En Chile, el Fitbit Versa cuesta CLP $189.990 (CLP $219.990 la versión con Fitbit Pay). Unidad para review facilitada por Fitbit.