Curiosidades

El terror de tener un nombre informáticamente “inválido”

Un apellido como “Null” o un nombre muy largo da dolores de cabeza a la hora de llenar formularios web por su invalidez en valores informáticos.

La mayoría de nosotros hemos tenido que rellenar un formulario en Internet alguna vez. Pasajes de avión, crear un correo electrónico, registrarse en una página oficial, etc. Para muchos es un proceso muy sencillo que implica no más de cinco minutos escribiendo sus datos personales. No obstante, para otras personas resulta ser algo realmente tedioso y demorado debido a su nombre.

La razón es que la identidad de estas personas no es aceptada por los programas informáticos al no detectarse como palabras válidas. Hace poco, la BBC publicó la historia de una mujer cuyo apellido, era rechazado por los formularios en línea.

El apellido que adquirió Jennifer Null después de casarse siempre fue llamativo. Su significado en inglés, «nulo», generó que la gente que le conociera bromeara a menudo con ella. No hubiera sido un gran problema para ella si los comentarios jocosos fueran lo único que provocara el apellido Null.

Lamentablemente, Jennifer Null tuvo problemas para poner sus datos personales en la mayoría de los formularios en línea que tuvo que rellenar. La principal razón era que la palabra «Null» en programación significa que no se habla de un objeto válido. Equivale que no hay un valor especificado. En otras palabras, es como si a la hora de rellenar la casilla de «apellido», la hubiera dejado en blanco.

La protagonista de esta historia se vio obligada muchas veces a llamar al soporte técnico de todos los lugares en donde necesitara dar su información personal. Cuando lo hacía, los responsables de la tarea se quedaban perplejos al conocer el nombre de la persona que llamaba.

Problemas a la hora de comprar boletos de avión, conseguir empleo, pagar impuestos y generar facturas fueron comunes a lo largo de su vida. Por otro lado, afortunadamente con el paso de los años (y a medida que se acumulaban sus reportes), las páginas que frecuentaba fueron actualizándose para ser más flexibles en los campos de información que solicitaban.

Caracteres irreconocibles.

Lo mismo ha sucedido con personas cuyos nombres cuentan con caracteres ajenos a la lengua inglesa. Caracteres como ‘Ñ’, ‘Ø’, ‘Ü’, ‘Ç’ y demás han sido problemáticos para los sistemas de datos anglosajones.

Sin embargo, en otro lugares como Japón también ocurre. Un hombre llamado Patrick McKenzie reportó problemas a la hora de registrarse en bases de datos de ese país por la longitud de su nombre.  A la hora de traducir nombres extranjeros al japonés, se utiliza un método de escritura llamado katakana que emplea sílabas para recrear la pronunciación de dicho nombre.

Normalmente los nombres japoneses no se escriben con más de dos o tres caracteres. Para el caso de McKenzie, su nombre ocupaba 5 (パトリック) y su apellido 6 (マッケンジー). Debido a esto, muchos registros mostraban un error de caracteres máximos.

Hablando de esto, los nombres excesivamente largos siempre han causado inconvenientes. ¿Cómo le iría en Japón al hombre africano conocido por su extenso nombre Uvuvwevwevwe Onyetenyevwe Ugwemuhwem Osas?

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