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Así son por dentro los laboratorios de video y audio de Netflix

¿Cómo se crean los estándares de calidad de las producciones de Netflix? Vimos sus oficinas en Los Angeles y nos hicimos una idea.

Netflix produce mucho contenido propio original y eso en 2018 está más o menos claro para todos. Lo que sí es más «desconocido», por decirlo de alguna forma, es el hecho de que Netflix en general no está muy encima del rodaje del contenido como tal. Casi todo se hace de esta forma: la compañía pone el financiamiento, firma los acuerdos y hará alguna que otra sugerencia pero al final, la forma definitiva de cada producción es decisión específica de los realizadores.

Pero un aspecto donde Netflix sí tiene algo que decir es en la parte tecnológica de la producción. Entonces, en nuestro recorrido por las oficinas de Los Ángeles, California, nos llevan a un par de salas muy interesantes donde se trabaja en áreas muy específicas de una producción, como ser el video y el audio.

La primera sala que vemos es una donde se trabaja específicamente el tratamiento de la imagen. Hay en un pedestal una cámara marca RED (alguna vez hablamos sobre las cámaras necesarias para filmar para Netflix) apuntando a una carta de color y a otra herramienta donde se «mide» la calidad del HDR. Y un monitor donde nos muestran dos cuadros de un episodio de Jessica Jones, uno sin corrección de color y otro con el color ya modificado.

«Todo esto es parte de un proceso educativo», dice Jimmy Fusil, uno de hombres a cargo de estos laboratorios.

Netflix no se mete en los rodajes pero la compañía sí busca entender y saber que hay detrás de las nuevas tecnologías de filmación para así «construir conversaciones con los creadores y ayudarlos a mejorar y proteger sus creaciones.

Una de las nuevas tecnologías de imagen es la de HDR, o rango dinámico en el color. Esta tecnología es relativamente nueva y el servicio ya cuenta con más de 3.000 horas de contenido con HDR en el catálogo. «Lo que queremos es entender como todo esto funciona», indica Fusil, para así convertirse en una especie de consultora que apoye la parte técnica.

La segunda parte del recorrido nos lleva a la sala de audio donde se da un ejemplo de cómo se puede modificar una mezcla de audio. Jessica Jones se reproduce con la tecnología de audio Dolby Atmos, que para Netflix está teniendo un comportamiento adopción similar al de los televisores 4K cuando comenzaron a venderse.

En un show como Jessica Jones, solo el diálogo se registra en el set de grabación. La mayoría de los efectos auditivos, desde la música hasta el sonido de los pasos de un actor o los golpes y las explosiones (nos muestran un clip donde hay muchos) y ahí es donde entra una gigantesca mesa de sonido donde se regula la mezcla final.

Dolby Atmos es una tecnología nueva en proceso de adopción, lo mismo que la llegada del 4K. Pero, ¿qué pasa con esos usuarios que siguen escuchando en stereo y en televisores HD o Full HD? ¿O que ven Netflix en un celular con audífonos de mediana calidad?

Créeme que los creadores de contenido se preocupan tanto del 4K y el Atmos como también se preocupan del sonido solo stereo y a 720p. Nuestra finalidad es que todos los usuarios tengan una excelente experiencia de consumo sin importar en que dispositivo lo vean o qué tipo de conexión tengan.

«Y todo lo hacemos de forma colaborativa», cierra Jimmy Fusil. «Esto es una conversación. Queremos que los directores puedan sacarle el jugo a sus cámaras y al audio porque el proceso de filmación de una película, eventualmente se va a cruzar con el proceso de consumo. Y tenemos que ayudar a que ese cruce suceda de buena forma».

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