Uno de los objetivos más esperados de la medicina regenerativa es, sin duda, lograr crecer nuevos y perfectamente compatibles miembros con las mismas células del paciente que los necesita; sin problemas de compatibilidad ni mucho menos de donadores.
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Y ahora, los científicos chinos parecen haberlo logrado. Le dieron orejas nuevas y compatibles a cinco niños. Dichos injertos fueron cultivados en el laboratorio con base en las propias células de los pequeños.
Científicos lograron cultivar e implantar injertos de orejas
Las edades de estos cinco afortunados niños van desde los seis a los diez años y todos padecían una condición llamada microtia. Actualmente, las únicas opciones de quienes padecen esta condición son injertarse una oreja sintética que podría ser rechazada por su cuerpo o una esculpida con cartílagos de las costillas y no; no se ven naturales.
¿Cómo lo hicieron? Primero, los científicos crearon una réplica en 3D de la oreja de cada uno de los niño; misma que consiguieron a través de una tomografía computarizada. Posteriormente invirtieron las dimensiones.
A partir de esta réplica crearon un molde de material biodegradable con diversos hoyos. Después lo llenaron con células de cartílago que tomaron de la oreja dañada de los pequeños. Las células fueron cultivadas en un laboratorio.
Con el paso de las semanas –12 en total–, las células comenzaron a crecer y desarrollarse tomando al forma del molde que las contenía. Fue este molde el que después se injerto en los niños, sobre las orejas dañadas.
Dicho proceso comenzó hace alrededor de dos años con la cirugía de un pequeño de seis años. La última operación fue hace dos meses. Por ahora, todo ha salido como se pensaba. El cuerpo no ha rechazado los implantes y el cartílago ha seguido creciendo por sobre el molde ya implantado; lo que le ha un aspecto cada vez más natural.
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Sin embargo, el monitoreo continuará durante al menos cinco años más; todo con el objetivo de asegurarse de que todo sigue en orden y el cuerpo no ha rechazado los implantes. Asimismo, los científicos seguirán trabajando para perfeccionar este procedimiento.