Luego de un maratón intenso de Mindhunter en Netflix, y ver los dos primeros episodios dirigidos por David Fincher, nos queda en claro que se trata de uno de los directores más talentosos y determinantes de los últimos tiempos.
Sin embargo, resulta que el muchacho le tuvo miedo a una franquicia tan grande como Star Wars y por ello se negó a dirigir una película de ese universo, aunque estuvo a punto de hacerlo.
Esto fue revelado por el propio cineasta durante su participación en el más reciente podcast de la revista Empire, compartiendo que incluso hubo reuniones con ejecutivos para hablar sobre el asunto, pero al final decidió no participar:
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Hablé con la productora Kathleen Kennedy sobre ello y mira, es una gran oportunidad. Pero no sé qué es peor: haberlo hecho o ser George Lucas en el set de la primera película, en donde todos dicen, “¿Alderaan? ¿Qué demonios es eso?”
Todos se estarían burlando, y no puedo imaginar el tipo de fortaleza intestinal que uno debe tener para seguir el éxito estas dos últimas películas (El Despertar de la Fuerza y Rogue One). Es un nivel completamente diferente.
Por un lado tienes que soportar el abuso severo de Harrison Ford y Carrie Fisher, y por el otro tienes que lograr reunir hasta mil millones o mil quinientos millones de dólares en taquilla, y eso se convierte en su propio tipo de presión.
Fincher ahondó que es necesario estar seguro al 100% para comprometerse a una producción tan demandante que secuestraría dos años de su vida, y para él ese no era el caso, así que por tal mezcla de factores declinó la posibilidad.
Por otra parte sus mayores alabanzas fueron para Irvin Kershner, director de The Empire Strikes Back, considerando que fue el cineasta que ha logrado un mejor trabajo dentro de la franquicia.
Al final, parece que Fincher tomó la decisión adecuada, sobre todo luego de ver la proclividad de Kennedy por despedir a los propios directores que contrata.
