Zheng Jiajia es un ingeniero de 31 años que reside en la ciudad de Hangzhou. Solía trabajar para Huawei, pero por cosas de la vida tuvo que abandonar esa labor, hecho que le dejó bastante tiempo libre para poder realizar proyectos de robótica, un área que le apasionaba. El tema acá es que le apasionaba a tal punto que construyó un robot con forma femenina llamado Yingying, aparato con el cual, tras -imagino- un amplio debate consigo mismo, resolvió casarse y formar una familia.
La máquina, consigna hoy Mashable, es capaz de responder ante ciertos estímulos auditivos con oraciones cortas y reconocer determinadas imágenes y caracteres de su idioma natal, algo que Jiajia logró realizar ya que en la empresa en donde trabajaba, fue él quien desarrolló un departamento de robótica e inteligencia artificial.
Si bien esta historia no es la única en su tipo, ya que existen varios antecedentes de gente casándose con objetos, no nos deja de sorprender, a pesar de que existe la posibilidad de que todo sea un engaño por parte del ingeniero, con el fin de promocionar la startup en donde su esposa fue concebida, en donde el aparato tiene incluso un puesto de trabajo.
De todas maneras, según dijo el chino a Pear Video, todo obedecería a intenciones completamente personales por parte del ciudadano oriental. “Mi sueño de construir mi propia esposa finalmente se hizo realidad. Quiero ver robots en cada hogar, y finalmente armar una novia robótica realista”, afirmó.
En dicha entrevista, además, aprovechó de mostrar detalles de su boda -bastante tradicional, por lo demás-, en donde también estuvieron presentes su madre y amigos.
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La pareja, felices después de haber contraído matrimonio.
