Ciencia

Bebés que usan pantallas táctiles duermen un poco menos, dice estudio

Eso sí, el uso de esas pantallas trae consigo otros beneficios, por lo que no todo es completamente malo.

Es creencia general que no es bueno que los bebés utilicen las pantallas de los teléfonos o tablets cuando todavía no aprenden a hacer otras cosas más importantes para su vida, como hablar, caminar o avisar antes de soltar el esfínter. Sin embargo, poco se había investigado “en serio” aquella conducta en bebés hasta ahora, cuando un estudio revela que las pantallas táctiles podrían hacer que ese infante duerma menos.

El estudio de la Universidad de Londres revisó las conductas y patrones de sueño de más de 700 bebés menores de 3 años. En total, un 75% sí utilizó alguna pantalla durante el día y eso se tradujo en 15 minutos menos de sueño (en promedio) durante la noche. Además, esos bebés durmieron menos en la noche y más durante el día.

Una de las primeras conclusiones que sacan los científicos es que puede haber algún tipo de trastorno de sueño generado por el solo hecho de mirar una pantalla y todos sus pixeles. En el caso de los niños más pequeños, es tanto lo que duermen que 15 minutos menos (en promedio) no parece ser mucho, pero igualmente uno de los doctores liderando el estudio (Tim Smith) le indicó a la BBC que, en etapa de desarrollo, “todos los minutos de sueño cuentan”.

Aún así, los científicos están conscientes de que hay muy poca investigación respecto al tema, por lo que no se llevan las manos a la cabeza todavía y recomiendan que el uso de estos aparatos en bebés siga las mismas reglas que se toman con la televisión: no por mucho rato y siempre con contenido apropiado para la edad. Por otra parte, las pantallas táctiles sí traen beneficios para un bebé, especialmente en cuanto a la motricidad con los dedos.

“A la luz de estos resultados y lo que sabemos de investigaciones anteriores, sería bueno que los padres controlen el uso de la ‘luz azul’ de las pantallas sobre todo en las horas previas a dormir”, indica otra científica de nombre Anna Joyce. Pero más allá de eso, todavía es muy temprano en la investigación de la materia como para hablar de otros problemas (o beneficios) mayores y por lo mismo, no es que haya que prohibirle a un infante que vea Peppa Pig en un tablet.

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