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Review Moto G5 Plus [W Labs]

Tratando de borrar la línea entre la gama media y la alta.

Cuando Motorola el 2013 nos presentó el Moto G, no sospechábamos que el panorama de los móviles cambiaría para siempre. La polarización era tal que la gama media era un nicho poco explorado. O era una bestia de equipo o te conformabas con migajas. El cambio de paradigma que propuso la marca en ese entonces hizo que al día de hoy sea el segmento más poblado y competitivo de este loco mercado.

Lo que fue una apuesta occidental obrera lo adquirió Lenovo, y a pesar de que han dado tumbos, de a poco empiezan a enderezar el camino que Motorola alguna vez trazó. La invasión oriental con marcas como Xiaomi y Huawei hicieron que pasaran ligeramente “al olvido”, pero ahora, al escuchar lo que quieren sus clientes y trabajar en torno a ellos puede que vuelvan a pelear en las grandes ligas de la gama media, ese lugar que ellos reinaron con tanta fuerza en otros años.

Pero primero lo primero, estas son las tripas del Moto G5 Plus:

  1. Pantalla de 5.2 pulgadas a 1080p
  2. Procesador Qualcomm Snapdragon 625
  3. 2 GB de RAM
  4. 32 GB de almacenamiento ampliable vía microSD
  5. Android Nougat
  6. Cámara de 12 megapixeles f/1.7
  7. Cámara frontal de 5 megapixeles
  8. Batería de 3000mAh
  9. NFC

Diseño coherente pero un botón sin mucho sentido

(c) Norman Gutiérrez / Wayerless

El primer factor diferenciador del Moto G en su versión 2017 es que de plástico queda muy poco. Su posterior es de aluminio y el frontal es de vidrio. Pequeñas partes alrededor de la tapa trasera (no removible) son de un plástico muy bien simulado y necesario para la colocación de antenas. Por primera vez un equipo de esta serie se siente premium. Un punto muy, pero muy a favor.

En la versión pasada el teléfono no tenía ningún ángulo recto, pero todo se rompía con un lector de huellas cuadrado empotrado en el frontal, esta vez es ovalado, y las curvas en el resto del equipo son más pronunciadas, transmitiendo un mensaje y diseño industrial coherente y armónico entre sus partes. A veces en la gama media nos encontramos con moldes estándar o aberraciones de diseño montadas sin comunicación entre las piezas. Aquí Motorola tomó una línea que no se rompe.

Una de las críticas al lector de huellas pasado, que como tal funcionaba (y funciona) muy bien era que no tenía otra misión más que esa, dejando de aprovechar ese lugar protagónico. En este caso, tal como se da en el Huawei P10, se intenta aprovechar tratando de que con gestos se reemplacen a los botones virtuales de atrás, home y multitarea. Lamentablemente, y al igual que el caso del equipo antes mencionado, me cuesta muchísimo acostumbrarme y termino por volver a lo normal. Siento que es una buena idea, y que de hecho se aprovecha más la pantalla al borrar estos botones. Pero no, no puedo, me niego, siento que falta mucho ajuste aún para que sea realmente útil, más rápido y simple que el sistema tradicional. Lo bueno es que tienes la opción de usarlo o no, y puede que a usted le encante. No es mi caso.

(c) Norman Gutiérrez / Wayerless

En el posterior del equipo la cámara sobresale en la misma línea que el Moto Z, y de hecho el módulo es muy parecido. Nunca fui muy fanático de la estética de esta protuberancia, aunque en el equipo de gama alta tenía el fin de enganchar los Moto Mods. En este caso es por el mero hecho de seguir el lenguaje de diseño. Ni bien, ni mal, pero siento que podría haber sido plano, y por lo tanto, más cómodo.

(c) Norman Gutiérrez / Wayerless

Android puro es “aburrido”, pero vaya que cumple

Casi siempre he opinado que Android sin maquillaje de alguna marca tiende a ser aburrido, pero en Nougat la cosa cambia. La desaparición del cajón de aplicaciones en cambio de un gesto vertical para acceder es una adición maravillosa. El rendimiento es bestial. El casi nulo bloatware, la limpieza, la tipografía, la paz mental que entrega un sistema operativo limpio vale cada centavo.

Las pequeñas personalizaciones de Moto traducidas en gestos utilitarios son muy bienvenidas. El “chop chop” para prender la linterna es de lo más útil y el gesto rotatorio para invocar la cámara es rápido e intuitivo. Si pudiera criticar algo es que la animación de desbloqueo es algo lenta y el cambio de página a veces se ralentiza, aunque ha pasado muy poco.

(c) Norman Gutiérrez / Wayerless

El equipo, en el papel, peca de tener solo 2 GB de RAM, y antes de empezar a usar el equipo pensaba que esto me podría traer algún problema y la verdad es que no es para tanto. Todo corre fluido igual, no sufrí de cuelgues, incluso bajo uso intensivo e igual alcanza para tener 3 aplicaciones pesadas andando a toda máquina, incluso en pantalla dividida. A veces me molestaba que una aplicación que había usado hace un rato se tuviera que reiniciar al abrirla, después me acordaba que no estaba usando un gama alta.

La duración de la batería es excepcional, con sus 3000mAh y el buen manejo de la energía que tiene el sistema operativo se logran resultados muy satisfactorios, incluso para ser un equipo mediano. Mi promedio de usa era de 5 horas de pantalla encendida, un poco más, un poco menos, pero en ese rango.

Usa microUSB. La carga es bastante rápida , pero ya me mal acostumbré a todo lo relativo a USB C y siento que en ese aspecto el equipo se queda atrás.

Cámara fuera de serie, literalmente. Está fuera de su gama

Moto G5 Plus

Uno de los puntos más altos de este equipo es la cámara. Bajo mi percepción está absolutamente fuera de la gama media y se comporta mejor que varios gama alta que he probado en los últimos meses.

Como si fuera poco, es groseramente rápida y la promesa comercial de que “no te perderás ningún momento” ahora sí que cumple.

Usa el mismo sensor que el Galaxy S7, pero evidentemente no cuenta con el mismo procesamiento de imagen y un montón de otros factores. Esa es una cámara que conozco bien, porque es una de mis favorita a la fecha en un móvil y no, esta no es tan buena como esa, pero tampoco tiene tanto que envidiarle. Es lejos el equipo de gama media, hasta el momento, que más rápido enfoca.

El uso del color es correcto y aunque de noche tiene a granular, cumple muy por arriba de las expectativas ¿Sobre las selfies? sí, son buenas, hasta tiene un modo belleza, pero es mucho menos agresivo que en otros equipos.

(c) Norman Gutiérrez / Wayerless

Respecto a la grabación de video, me encanta que lo pueda hacer en 4K, aunque pierde mucha estabilización. En 1080 tiende a andar bien, con algunos problemas para enfocar al hacer zoom, pero probablemente se pueda arreglar con una actualización de software.

VIDEO

Sorprendió, pero su precio es algo elevado

Con un precio sugerido de CLP $249.990 en esta versión, MEX $6999, podemos entrar a exigir un poco más en temas de rendimiento y lo de la RAM, tratando de encontrar cosas malas, es algo que podríamos alegar.

En todos los otros puntos, incluso en el consumo de contenido multimedia con su parlante frontal, excede las expectativas armadas por lo que había probado en la versión anterior.

Es un gama media que en muchísimos aspectos juega a ser gama alta y a pesar de que estábamos acostumbrados a que esta saga en particular fuera más barata, ha evolucionado en una experiencia limpia, rápida y completa a un precio muy competitivo para lo que ofrece.

Lo bueno

  1. Buen uso de materiales
  2. Buen diseño en general
  3. Android puro con nada de bloatware
  4. Rendimiento, en la mayoría de los casos, muy bueno
  5. Cámara excepcional

Lo malo

  1. Precio algo elevado dependiendo de donde lo mires
  2. Poca RAM
  3. Animaciones algo lentas
  4. No es USB C

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