Niubie Labs

NieR: Automata [NB Labs]

El mayor enemigo eres tú

A estas alturas es algo que ya podemos decretar: marzo ha sido uno de los mejores meses para la comunidad gamer en mucho, mucho tiempo. Ha habido grandes lanzamientos como Breath of the Wild o como Horizon Zero Dawn, juegos triple A que todo mundo quiere probar.

Pero también han salido títulos con ambiciones y presupuestos más discretos que en verdad merecen nuestra atención y tiempo en esta saturada agenda. Ese es justo el caso de NieR: Automata, un juego que a pesar de sus difíciles antecedentes viene a demostrar una fórmula tan acrobática como ganadora. Aunque no perfecta.

¿Merece invertirse nuestra plata en este juego? La respuesta corta es sí. Lo que tal vez se pondría en duda es el cuándo, si se es muy quisquilloso con los detalles.

Tenemos que hablar de Yoko Taro

(C) Platinum Games

Hablar de NieR: Automata, nos guste o no, nos obliga a abordarlo desde dos perspectivas necesarias y permanentemente conectadas: los juegos previos de esta saga, y la estrafalaria figura de Yoko Taro.

Taro es una figura que ha tomado fuerza en la industria durante los últimos años, más allá de su devota comunidad de seguidores. Esta popularidad la ha logrado en buena medida gracias a su estrafalaria fijación por disfrazarse con una máscara llamativa y su multifacética carrera artística.

Iniciando como diseñador de escenarios para el memorable Time Crisis II y participando en otras producciones no tan famosas en occidente para luego llegar a la serie que lo consagró: Drakengard. El primer juego de NieR (lanzado en Japón como NieR: Gestalt), funcionó como un spin-off de esta franquicia relativamente famosa en tierras orientales.

Pero todas las producciones dirigidas e ideadas por Taro parecían tener el mismo problema que Hideo Kojima, Tsuda 51 y sus otros colegas similares: intentaban abordar un planteamiento muy japonés desde una óptica muy occidental, pero sin poder deshacerse de los viejos vicios de esa escuela, para lograr al final algo con resultados mixtos.

De modo que, ahora, luego de vivir la experiencia de NieR: Automata, podría decirse que la idea de fichar a Platinum Games como desarrollador para esta nueva entrega resultó un movimiento brillante, que paga con creces en la mayoría de los aspectos más críticos del juego, logrando un producto muy divertido y memorable, con varias áreas de oportunidad para pulirse a futuro.

En otras palabras, para que no se pongan alarmista, NieR: Automata no sólo es un buen juego, también es un diamante en bruto.

Un mezcla entre enferma y brillante

(C) Platinum Games

NieR: Automata podría sintetizarse como una suerte de mezcla entre Gradius, Sine Mora, Bayonetta, Ninja Gaiden (los de NES), un RPG japonés de los más básicos y cualquier juego de mundo abierto de dos generaciones atrás. La combinación podría sonar dispar o aberrante, pero funciona y vaya que lo hace muy bien.

Platinum Games tiene un amplio expediente de antecedentes desarrollando juegos con este sabor occidental, y aquí en NieR: Automata explota muchos de los trucos aprendidos en producciones previas como Vanquish, Metal Gear Rising: Revengeance y hasta Transformers: Devastation, para lograr darle identidad propia, aunque algunas decisiones de desarrollo seguramente podrán ser cuestionadas.

Sin abonar mucho en el terreno de los spoilers, NieR: Automata desde su primera secuencia te manda directamente al terreno de la acción en una trepidante lucha, donde la consigna es sobrevivir, sin saber de qué va todo, incluyendo el propio sistema de juego.

A diferencia de títulos previos, donde el tutorial era un requisito riguroso antes de iniciar la partida, parece que Taro y su equipo decidieron saltar ese trámite, por una mera fijación dramática y de inmersión, que resulta efectiva, pero que podría convertirse en un lastre hacia la segunda mitad del juego, si en algún punto posterior no se toma el tiempo para conocer cómo operar los objetos, armas, mejora y accesorios de su complejo sistema.

La trama se ubica bastantes años después de lo visto en el primer NieR, aunque mucha de la esencia de aquel juego se respeta, pero todos los aspectos mucho más pulidos. Tenemos una interfaz gráfica mucho más limpia, un sistema de combos más sólido, fluido y responsivo, así como un diseño de escenarios más inteligente.

(C) Platinum Games

Un problema severo del juego pasado eran las transiciones entre escenarios 2D y 3D, pero aquí la disposición de cada cambio y los set pieces funcionan de forma casi impecable, donde el ritmo entre cada transición tiene una precisión casi milimétrica para darle un aire fresco a la sesión de juego justo cuando comienza a sentirse cansada o repetitiva.

La historia de NieR: Automata es intrigante, y el universo planteado, con escenarios que por momentos toman características de mundo abierto, es lo suficientemente interesante como para mantener ocupados por horas a los más curiosos, explorando cada rincón y conociendo más acerca del misterio que encierra esta trama.

ALERTA SPOILER: no lean el siguiente par de párrafos si no quieren fastidiarse “la sorpresa” de cómo los desarrolladores alargan la experiencia de juego.

Pero la recomendación general sería que completen la primera partida en un speed run, ya que al final aplican una suerte de movimiento a la Ghosts’n Goblins, donde para conocer los finales verdaderos (y una especie de epílogo) será necesario volver a cruzar todo el juego, pero ahora desde la perspectiva del personaje secundario.

FIN DE LA ALERTA SPOILER.

Un punto destacable y digno de admirarle a NieR: Automata es que viene a mezclar conceptos distintivos de géneros que podrían pensarse incompatibles entre ellos. Tomando prestados elementos del JRPG, o las decisiones morales de los juegos más occidentales, los mundos de los sandboxes menos tediosos, los shooters que juegan con la vista isométrica, lateral y cenital, los juegos de plataformas más precisos y hasta los MOBA.

Al final el balance es muy positivo y abre la oportunidad a que esta franquicia y otros desarrolladores jueguen con estas mezclas para lograr experiencias más robustas. La idea promete y Yoko Taro acaba de demostrar que sí es posible hacer que funcione.

Comparado con el juego previo NieR: Automata pareciera ser Ocarina of Time, pero…

Los detalles quisquillosos

Existen algunos detalles en NieR: Automata que podrían incomodar a los jugadores más quisquillosos, y que vale la pena abordar en este apartado.

De entrada los gráficos, a pesar de ser mejores que los de su antecesor se sienten como pertenecientes a la generación pasada. Un elemento que francamente queda en segundo plano ante la grata experiencia.

Hay partes donde puedes escuchar música de una rockola para conocer “cómo eran las costumbres humanas”, hubiera sido grato escuchar en ellas algo de música que no fuera la banda sonora del juego.

Existe una considerable cantidad de bugs con la inteligencia artificial de 9S tu acompañante, con saltos y desapariciones en la animación. El sistema de mira a veces confunde a aliados con enemigos e incluso hay algunos ítems menores que ya no pueden ser recogidos si se pasa por encima de ellos la primera vez. Pero igual, no es nada que fastidie la experiencia total.

No es posible guardar automáticamente los avances, es necesario ir a unos puntos de guardado o quedarse cerca de su zona de cobertura para rescatar los avances. No es terrible aunque hay puntos donde buscarlos (o regresarse) sí interrumpe el ritmo trepidante del juego.

Pero en general considero que podría atribuírsele sólo un detalle delicado en su diseño de juego, y reside en los accesos al menú de objetos durante el combate.

El juego está diseñado para que el daño de los golpes sea considerable durante las luchas, por lo que es necesario acceder al menú de objetos para utilizar un “recuperador” que restablezca parte de nuestra vitalidad.

El problema aquí es que sólo puede accederse a ese menú de dos formas:

  1. Mediante la cruz del pad direccional, confirmando el uso del ítem con botón de O.
  2. O pausando el juego con el pad táctil central, para ingresar al menú completo, seleccionar la rama de objetos, encontrar los de cura y elegir el recuperador con el botón X.

El menú del pad direccional en combate a veces genera confusión por el uso de un botón que usualmente se utiliza como comando para cancelar o regresar al menú previo.

Mientras que el menú completo del pad táctil carga de manera arbitraria, ya que a veces simplemente despliega una pantalla de pausa y no permite el acceso de los recuperadores, dependiendo de la cantidad de elementos que haya en pantalla, o de si a la mitad del combate mortal hay una cinemática.

Este detalle provocará más de una muerte innecesaria, y puede ser corregido en el nivel más sencillo de dificultad, aunque eso no valdrá mucho para quienes gusten de los retos.

Habrá quien también ponga peros al hecho de que a veces se utilice el ángulo incómodo de la cámara y la imposición de paredes invisibles como elementos para aumentar la dificultad de combates que de otra forma serían más sencillos.

Aunque eso es más cuestión de gustos.

Conclusión: Platinum Games sorprende de nuevo

(C) Platinum Games

NieR: Automata no es un juego triple A, nunca pretende serlo, y las reglas generales de su dinámica las deja bastante en claro desde el principio, aunque el ingreso a los tutoriales se quede como una decisión propia del jugador.

El universo planteado es realmente interesante, la intriga y los cabos sueltos son lo suficientemente atractivos como para aventurarse a dedicarle decenas de horas de juego para conocer cada uno de los finales posibles en esta aventura.

El ritmo decaerá un poco entre el episodio 7 y el 8, pero el compás de cambio entre cada escenario y sistema de juego resulta verdaderamente admirable en el balance final.

La duda sobre cuándo es el momento indicado para comprarlo dependerá para cada jugador. Con un par de parches, que seguramente llegarán en el futuro cercano, si no es que ya fueron implementados, quedará perfecto y su costo es justo en relación con las horas de entretenimiento y su valor que sí invita a darle varias vueltas.

NieR: Automata es un juego que no deberían perderse, sobre todo si son amantes de la adrenalina producida por los juegos con un nivel de reto exigente en sus momentos más críticos.

Lo mejor:

  1. El compás de cambio entre cada dinámica de juego
  2. El sistema de combate robusto y personalizable con su galería de armas
  3. El balance entre géneros que le da identidad propia al juego
  4. La trama que invita a jugarlo todas las veces necesarias para conocer los finales
  5. Los guiños al propio autor del juego y otras franquicias de Square Enix
  6. Las peleas en naves

Lo peor:

  1. El mapeo de botones para acceder al menú de objetos
  2. El ángulo de cámara manipulado como elemento para subir la dificultad
  3. El sistema de guardado
Desarrollador: Platinum Games – Plataforma: PlayStation 4 (analizada) / PC – Precio: USD $60
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