Era el crimen perfecto. Un gif parpadeante que desencadena convulsiones en quien lo vea, siempre y cuando sea sensible ante este tipo de contenidos, enviado desde un iPhone de prepago con SIM irrastreable. La víctima era el periodista Kurt Eichenwald del Newsweek, con quien el atacante parecía estar obsesionado. Todo iba bien hasta que el caso llegó a tribunales, se inició una investigación que duró poco más de tres meses, y cuando todo parecía perdido, la luz se hizo.
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El equipo estaba conectado a una cuenta de iCloud que tenía una cierta antigüedad, por lo que estaba llena de datos personales de su dueño. John Rivello de Salisbury, Maryland, era el dueño de aquél espacio de almacenamiento, el cual contenía mensajes de iMessages y fotografías relacionadas a Eichenwald.
Según apunta The Verge, y si bien es bueno que todo se haya resuelto de buena manera, también nos muestra lo poco protegidos que estamos ante los eventuales atacantes de nuestras cuentas digitales, en este caso de iCloud, ya que sólo bastó con que Apple colaborara con la investigación para que las autoridades supieran todo sobre Rivello.
El caso sigue desarrollándose, ahora con alguien a quien culpar, no obstante las preguntas sobre nuestra privacidad siguen latentes, y más aún con los casos de espionaje del último tiempo. ¿Algo que todos sabíamos y que igualmente aceptamos al momento de ocupar este tipo de aparatos, o podríamos hacer algo al respecto aún? Leemos sus comentarios y opiniones.