El piloto semiautónomo de Tesla habrá logrado resultados admirables en su desempeño evitando choques. Pero las más recientes pruebas de seguridad aplicadas al más reciente Model S de Tesla revelan que en caso de choque el auto podría no ser tan seguro.
Resulta que el Insurance Institute for Highway Safety (IIHS) ha publicado su lista de automóviles más seguros en el mercado, que incluye a varios modelos eléctricos, incluyendo el Tesla Model S 2017, pero este vehículo no aparece en lo alto de la lista debido a que no obtuvo la calificación más elevada en la prueba de seguridad para impactos frontales, ya que, básicamente, terminó hecho pomada en las simulaciones evaluadas.
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Como puede observarse en la imagen el Model S 2017 de Tesla comprime de manera considerable su parte frontal, lo que expondría la integridad de los pasajeros en caso en un accidente real, ya que en las pruebas aplicadas los muñecos crash test dummies terminaron impactando contra el volante y el cristal delantero, a pocos metros de la superficie de choque.
De acuerdo con un reporte de Phys.Org, la gente de Tesla ya habría sido informada para corregir inmediatamente la falla en su proceso de ensamble, con la finalidad de garantizar un choque menos riesgoso en caso de que sucediese.
Cabe señalar que el IIHS acaba de modificar los protocolos de sus pruebas, generando escenarios más rigurosos para poner al límite la resistencia real de los autos, lo que los hace acreedores a la más alta calificación posible en distintas evaluaciones de impacto.
El Model S 2017 de Tesla obtuvo un desempeño destacable en todos los rangos, incluyendo choques laterales, pero su resultado en la prueba de impacto frontal fue suficiente para mandarlo debajo de la lista liderada por el BMW 3.
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