“Con el tiempo creo que probablemente veremos un acercamiento entre la inteligencia biológica y la digital. Se trata mayormente del ancho de banda, la velocidad de conexión entre nuestro cerebro y la versión digital de nosotros mismos”, dijo Elon Musk en el World Government Summit de Dubai, cuando presentaba los vehículos Tesla, apoyando de esta manera la eterna promesa de que los humanos seremos complementados más que reemplazados por máquinas.
El comentario fue realizado a raíz de la idea de que las personas están siendo sustituidos por automóviles que se manejan solos, dado que son mucho más seguros que los reflejos humanos, constituyendo así un menor peligro para nuestra propia especie. Todo esto da la sensación de que, ante tanto avance científico y tecnológico, el hombre está comenzando a quedar lentamente obsoleta dentro de su propia sociedad, algo irónico si es que lo vemos desde cierto punto de vista.
Bajo este pensamiento, Musk dice que “hay muchas personas cuya labor es justamente conducir. De hecho, creo que podría ser el más grande empleador de la gente. Manejar en varias formas. Así que necesitamos encontrar nuevos roles para lo que hace esta gente, aunque será muy disruptivo y rápido”.
La idea de mezclar al hombre y a la máquina en un solo ser se remonta hasta hace varios años atrás, en un paper publicado por J.C.R. Licklider, llamado “Man-Computer Symbiosis” (1960). En él, el autor postula “la esperanza de que, no en demasiados años, los cerebros humanos y las computadoras puedan ser unidos de manera muy estrecha”. A pesar de que lo anterior fue mutando con el tiempo a aplicaciones militares gracias a las películas como Robocop, esta unión podría ser beneficiosa en muchos ámbitos además del bélico, pudiendo también extender la existencia humana en varios años.
Aún todo lo anterior es hablar de ciencia ficción, sin embargo los postulados indican que, más temprano que tarde, el ser humano se verá mezclado con los aparatos electrónicos de manera simbiótica. Por ahora, sólo miramos nuestro teléfono en la calle y ya.
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