Es innegable que ha habido una suerte de cacería de brujas en contra de las principales plataformas sociales de Internet, específicamente por el surgimiento desmedido de noticias falsas en dichos servicios. Ahora fue el turno de Jean-Claude Juncker, Presidente de la Unión Europea, quien se refiriera a este tema concordando con sus pares que indican que el esfuerzo para detener este tipo de contenidos sigue siendo demasiado pobre.
Junto con pedir más medidas de control para estas informaciones ficticias, también añadió que “vamos a controlar con rigor cómo se implementan. Es algo que va en su propio interés porque la credibilidad es su activo más importante“, indica hoy el diario El País.
Cabe destacar que, si bien las empresas aludidas han realizado algunos esfuerzos para acabar con esta mala práctica, no existe una legislación a nivel nacional o continental para controlar estos datos fraudulentos, por lo que de no existir resultados ante la primera barrera de control -en este caso, las mismas compañías-, es el mundo político el que debe intervenir, y es por todos sabido que esto no es una buena opción para nadie.
El debate comienza a abrirse desde ya respecto a este tema, el cual, si bien a largo plazo puede resultar en una mera anécdota, con la elección presidencial de Estados Unidos pudimos confirmar que es un tópico que inevitablemente hay que tratar. El problema resulta ser cómo hacerlo.
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