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Review: iPhone 7

El iPhone más avanzado, ¿es realmente el mejor?

“El teléfono más avanzado que hemos diseñado”. Con esa frase, Apple presentó su iPhone 7 el pasado mes de septiembre. En su segmento de teléfonos de tope de linea, aquello se podría aplicar a cualquier compañía pero en el caso de Apple, si bien no se pone en discusión, siempre hay una tendencia a cuestionar que es lo que realmente ofrece la nueva versión del teléfono y por qué es tan superior al anterior.

En el caso del iPhone 7, las diferencias respecto al modelo anterior probablemente pasen inadvertidas para la gran mayoría de los usuarios. ¿Es eso malo? No necesariamente.

Especificaciones

  1. Pantalla: 4.7 pulgadas a 1334 x 750 pixeles de resolución
  2. Procesador: Apple A10 Fusion (cuatro núcleos a 2.34 Ghz)
  3. RAM: 2GB
  4. Sistema Operativo: iOS 10.0.1
  5. Almacenamiento: 32, 128 o 256 GB
  6. Cámara: trasera de 12 megapixeles, frontal de 7 megapixeles
  7. Batería: 1960 mAh

Diseño: No es el iPhone de siempre

Mi experiencia de uso con un iPhone propio se reduce básicamente al SE, modelo lanzado por Apple este año que si bien tiene las entrañas del 6S, su envoltorio es más clásico y más pequeño; para mucha gente, el último recuerdo moderno de lo que fuera el iPhone hasta hace unos años atrás. Por lo mismo, el iPhone 7 lo sentí desde el primer momento algo “diferente” (ya llegaré a “si me gusta más o no”). La construcción es bastante elegante y en linea con lo que son los equipos de gama alta modernos y bien se podría decir que sin el logo de Apple atrás pasaría como un flagship de cualquier otra marca.

El teléfono no es exactamente feo, al contrario. Pero a título personal, prefiero la “cuadradez” del SE y los modelos antiguos. Los bordes redondeados, pienso, de alguna forma hacen más borrosa la identidad del teléfono respecto a su competencia.

Uno de los detalles más interesantes del nuevo diseño está en el botón de inicio. El clásico botón, marca registrada de Apple desde el primer iPhone, ahora ya no es un botón físico como tal sino un mecanismo especial atado a la placa que le da una sensibilidad muy diferente al teléfono a la hora de presionarlo. Dicho “botón” no funciona con el teléfono apagado y eso implica que el “apagado a la mala” cambió de combinación ahora.

Si bien se trata de un pequeño detalle, es prueba de que Apple se atrevió con algo quizás innecesario pero que se hace porque “podemos”. Lo mismo corre con la eliminación del puerto de audífonos, una decisión compleja que, tal como con el diseño del nuevo botón, es innecesario.

La cosa es que si bien ese botón no estropea el teléfono y hasta le da cierta robustez a la hora presionarlo, lo de los audífonos es una decisión que no tiene ningún sentido. Sí, es cierto que Apple incluye el adaptador con cada teléfono vendido, pero aún así se trata de una inconveniencia al momento de usarlo. No tanto porque no se puede cargar el teléfono y escuchar música a la vez, sino por el hecho de andar siempre pensando en un accesorio extra que es pequeño y por ende, muy fácil de perder.

En 2016 Apple ha optado por el camino de los adaptadores y en ningún caso es un camino feliz. En el iPhone 7 es menos problemático que en el nuevo MacBook Pro, pero no por eso es bueno. La idea es derechamente: mala.

Rendimiento

Poco hay que descubrir respecto a como se comporta el teléfono en el uso diario. Es iOS y todos sabemos que se trata de un sistema super cerrado y a la vez super optimizado para el hardware del teléfono. El iPhone 7 rinde tal y como uno esperaría que rindiera un equipo de gama alta del año, con la fluidez característica del sistema operativo. Siempre he considerado que en Android uno a la larga termina peleando con el teléfono, por X o Y motivos (memoria, archivos basura, bloatware, etcétera), lo que por regla general no ocurre con iOS.

En más de una semana de uso, eso sí, sufrí con un par de cuelgues con aplicaciones que curiosamente nunca había tenido con el iPhone SE (y la misma versión del SO). No puedo decir si se debe al hardware, al software a una mezcla de ambos; simplemente, sucedieron y si bien no con frecuencia, pienso que no es normal que esto pase con equipos caros que vienen súper optimizados y donde el precio extra que se paga es, en cierta forma, para evitarse molestias que sucederían en equipos más modestos.

El iPhone 7 (o más bien, iOS 10) no llega con ninguna función demasiado rompedora respecto a su antecesor. Conserva el lector de huellas en el botón, conserva el 3D Touch (para mi, que vengo de un iPhone sin dicha función, termina siendo bastante útil pero solo en ciertos casos) y en general es el mismo gran iOS de siempre. Apple sabe que tiene un producto de excelente factura en su sistema operativo y por ello no le meten más mano de lo necesario porque ¿para que estropear lo que ya funciona bien?

¿Cómo se ven mis fotos?

El sentido común diría que cualquier teléfono sobre cierto precio debiera incorporar una cámara que entregue fotos de alta calidad, siempre pensando en que se trata de un teléfono y no un lente profesional. Sin embargo, esto no pasa siempre y ya es común ver equipos de gama alta con cámaras solo “buenas” o ya derechamente deficientes para un teléfono de su linea.

En el caso del iPhone 7, las fotografías son excelentes. A título personal, pienso que salen mejor que en el iPhone SE donde la falta de contraste a veces es evidente (las imágenes salen más “blancas” que lo normal); el iPhone 7 no sufre de eso y las fotos con buena iluminación se ven excelentes, mientras que en el resto de los casos (media o poca luz) no dejan de ser competentes.

Obviamente las fotos nocturnas nunca quedan totalmente bien con un teléfono, pero para sacar fotos a la luna gigante existen las cámaras profesionales, lentes profesionales, trípodes y todos esos accesorios.

iPh

¿A qué nivel ponemos esta cámara dentro de los equipo de gama alta? Si bien se trata de una cuestión de gustos, las opiniones dentro de la redacción de Applewayer Wayerless están divididas. Algunos prefieren las fotos del Galaxy S7 porque las imágenes salen por defecto más saturadas, sin embargo yo pienso que el contraste del iPhone 7 mejora al del SE y ya con eso es suficiente. En resumen: cuestión de gustos.

Conclusión: El iPhone más avanzado, ¿el mejor?

No, el iPhone 7 no es para todos. Dejando de lado su precio -algo obvio-, se trata de un teléfono orientado a cierto nicho de usuarios ya acostumbrados al ecosistema de Apple que han invertido algo de dinero en aplicaciones o extras para el mundo iPhone y iOS.

A mi gusto, la eliminación del puerto de audífonos tradicional es el gran problema del iPhone 7, considerando que Apple siempre ha apostado por la experiencia de uso antes que todo lo demás. Al regresar a mi iPhone SE fue demasiado cómodo conectar los audífonos directo al teléfono, como lo hemos hecho toda la vida. Es de esperar que otros fabricantes no sigan la estela de Apple con la idea, que no aporta nada más que una molestia.

Lo anterior no quita que pueda ser un teléfono que tiene bondades y virtudes que nadie en su sano juicio podría negar. El rendimiento y la usabilidad de iOS siguen estando por encima de su competencia y eso es patente en solo una cosa: el iPhone nunca ha tenido las mejores especificaciones técnicas. A Apple eso claramente no le interesa. Lo que le interesa es ofrecer un teléfono cuyas prestaciones no se midan en números ni potencia de hardware, sino en algo más intangible. Y eso, en el iPhone, no falla.

¿Es el iPhone 7 (y el Plus) el teléfono más avanzado de la historia de Apple? Ninguna duda cabe. Pero la pregunta no es esa sino otra: ¿Es el mejor? Que Apple se atrevió a mover cosas con esta edición nadie lo duda, pero ello no implica por defecto mejores resultados. Sí, el iPhone 7 es el más potente de todos los teléfonos de la manzana, pero no es el mejor teléfono que ha lanzado Apple en su historia.

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