Durante la presentación de Pixel, el smartphone desarrollado por Google, uno de los puntos más defendidos y promovidos fue el aprovechamiento del software, con un dispositivo hecho a la medida para integrarse con lo último en aplicaciones desarrolladas por Google.
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El anuncio formal fue que Pixel tendría Android 7.1 Nougat (en beta) directo desde fábrica, de modo que la suposición general fue que todas las demás marcas recibirían las mismas funciones cuando se actualizaran. Pero todo apunta a que Google tiene otros planes.
Todo esto es una suerte de conjetura a la que muchos de los espectadores del evento están llegando. En sentido estricto el equipo encargado de anunciar Pixel fue muy cuidadoso y diplomático al hablar sobre las funciones del terminal, pero hay fuertes indicios de que Pixel mantendrá funciones exclusivas.
Para empezar, tendrá Android 7.1 exclusivo, mientras todos los demás modelos irán un paso atrás. Durante las primeras pruebas con el Pixel, una vez finalizado el evento de ayer, fue posible constatar que este sería el único smartphone con la posibilidad de usar Google Assistant fuera de Allo, lo que representa otro diferenciador.
Todo apunta a que el Launcher integrado al Pixel se mantendrá como exclusivo de este modelo. De igual manera está el asunto con DayDream, donde Pixel es hasta ahora el único smartphone avalado para soportar totalmente esta plataforma, sin ningún anuncio sobre otro fabricante durante su revelación.
La manera en la que Android ignoró a sus socios de antaño, y la línea Nexus, es una señal tangible, visible y preocupante de la distancia que buscan plantar sutilmente con su nuevo Pixel.
A la comunidad Android no le va a gustar esto.