Si vives en Santiago probablemente recordarás lo que ocurrió el año pasado con los famosos «Globos de Seguridad» instalados en la comuna de Las Condes, cuya promesa era vigilar desde el aire para prevenir crímenes e identificar delincuentes. Ahora podríamos ver el regreso de dicha iniciativa pero con drones.
La Asociación Municipal de Seguridad de la Zona Oriente (AMSO) -conformada por las municipalidades de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea- busca presentar un proyecto llamado «Ojo de Cóndor» en el cual con la ayuda de nueve drones controlados por operarios municipales ayudarían a distancia a las policías a llegar a las emergencias e indicar cómo, donde y cuando actuar en la escena que se está cubriendo con el aparato.
La idea vino de un trío de concejales de la Unión Demócrata Independiente, René Barba, Carolina Cotapos y Matías Bascuñan, quienes después de ver la película Espías desde el cielo (Eye in the Sky) se les ocurrió aplicar lo que vieron en el mundo real. En la película del 2015 protagonizada por Aaron Paul, un equipo entrenado del ejército en control de drones debe supervisar y detener un potencial ataque terrorista, todo utilizando cámaras de vigilancia voladoras.
El plan es que los drones no estén sobrevolando constantemente el área como hacía el globo de seguridad, solo sacarlos cuando sean requeridos en una emergencia, esto al utilizar alguno de los casi 60 mil botones de pánico que se encuentran en las tres comunas mencionadas o mediante una aplicación móvil. Los equipos en cuestión son marca DJI, con un alcance de 3.5 kilómetros, cámara de 12 megapixeles y que pueden moverse a 20 km/h.
“Se usará en situaciones de peligro, donde muchas veces las personas que están siendo atacadas no pueden responderle o abrirle la puerta a los encargados de vigilancia de la comuna. Así, los funcionarios municipales manipularán el dron y podrán mirar qué sucede dentro del domicilio para saber cómo actuarán,” mencionó la concejal Carolina Cotapos. «Los drones sólo serán operados por funcionarios de seguridad municipal, quienes serán debidamente capacitados. En caso de que alguno de ellos le diera mal uso a estos aparatos, caerán las penas del infierno sobre él”.
La iniciativa -que busca presentarse a principios de noviembre- ya ha levantado varias dudas, sobre todo respecto a la privacidad y si es realmente necesario invertir en otro plan similar al de los globos, el que costaría CLP $1 millón mensual por arriendo de maquinaria y software a privados. Felipe de Pujadas, concejal de Las Condes de la Democracia Cristiana dijo al respecto que «necesitamos conocer las inversiones que realiza el municipio en el ámbito de la seguridad. Por otra parte, tenemos un globo de vigilancia y ni siquiera sabemos el impacto real que ha tenido en la seguridad, si funciona o no. Antes de invertir en otra innovación hay que saber eso”.
Cualquier medida que pudiera amenazar la privacidad hay mirarla con harto ojo. Hay que especificar quién manejará el aparato, qué se hará con al captura de las imágenes, quién administrará los archivos y cuál es el radio de alcance de la cámara. Debemos tener cuidado con estas cosas.
Antes estas dudas de invasión a la intimidad, Cotapos hizo incapié que “cuando el patrullero (la persona controlando el dron) llegue a alguna vivienda desde donde se activó el botón de pánico y no existan señales de actividad, podría indicar que la gente está siendo víctima de algún hecho delictual y así podamos detectar este hecho. Muchas veces tú no puedes hablar porque podrías estar con el cuchillo en el cuello, entonces la idea del dron detectar estas situaciones. No es invadir la privacidad, sino que reforzarla”.
¿Cómo reaccionará el publico de dichas comunas antes esta nuevo plan de seguridad y su tecnología?
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