FW Pregunta

Tomás Jocelyn-Holt responde nuestro Cuestionario Tech

El ex diputado y ex candidato presidencial acepta el desafío de Fayerwayer: “No soy troll pero soy el pensamiento hablado y a cara descubierta. Pienso en voz alta”.

Es la más reñida de las contiendas intelectuales de nuestro saber tecnológico, sepa señor invitado que se requieren miles de firmas robóticas para que pueda plasmar sus ideas y recuerdos en este espacio: semillero cumbre de la historia cibernética.

Si desea participar de este debate llamado #CuestionarioTECH señor Tomás Jocelyn-Holt deberá abandonar su cuerpo de humano común y silvestre, olvidar su pasado DC, sus años de diputado de la República de Chile, los 12.830 sufragios presidenciales en su búsqueda de La Moneda, e incluso sus incursiones en SnapChat. Hoy sólo importa su telepático compromiso con estas preguntas.

Bienvenido Tomás al desafío…

1. ¿Cuál fue el primer acercamiento que tuviste con la tecnología?

TJH: Hace 30 años atrás. Era noviembre de 1986, para cuándo vino la elección de la FEUC para sucederme. Soy precoz en eso también. La UC había hecho un contrato con Apple y estábamos con unos MacPlus bonitos, aunque sólo cargaban 1MB y esos infernales floppy disks. Aun así su planilla electrónica me hizo aprender rápido. Pero mis dos presidencias de la FEUC fueron con teléfono compartido en casa de mi abuela, el frío de tener que responder temprano en el pasillo y peleas con mis tíos porque terminara rápido. Tuve PC pero no celular hasta 1994, ya de diputado. Hoy tengo nomofobia. Trabajo simultáneamente con un Notebook, Smartphone y Tablet. Soy muy dependiente y peleo con mis hijas por el vicio de algo que a su edad yo no tuve. Les gano en SnapChat, Instagram, Twitter, Facebook, Swarm y Spotify. Las exaspero.

2. Película de ciencia ficción favorita

TJH: No soy tanto de Star Wars…Muy jesuita para mí. Soy de la generación de Star Trek. Gene Roddenberry creó un universo dónde humanos, romulanos, klingongs, vulcanos convivían. La antesala de la Unión Europea de los ’90 aunque ya queda poco de esa épica. La serie antecedió a los X-Men que ha sido un esfuerzo por formar a niños con la idea que la diversidad, ser mutante, ser distinto es una bendición. Que sea de otra identidad u orientación sexual, inmigrante, religión, color, con o sin discapacidad, es algo para valorar y aprender. No tenerle miedo. Me gusta la ciencia ficción pero la mejor siempre te llevará a ese desafío de la humanidad por ser mejor y evolucionar como seres morales.

3. Tengo un pasaje gratis para la máquina del tiempo. Súbete y dime a qué época quieres viajar y por qué?

TJH: Me iría al siglo XIX en Chile. Me habría encantado conocer a O’Higgins, Portales, Montt, Andrés Bello, Lastarria, Domeyko, Darwin, Barros Arana, Balmaceda. Ver cómo sortearon la Independencia, 3 guerras, 4 conatos o guerras civiles, La Araucanía, la inmigración alemana. Pasaron peleando pero aun así forjaron una República, crearon instituciones y proyectaron un país con muy poco. Fueron productivos en condiciones muy adversas. Hoy siento que las condiciones fueron al revés y hay muy poca visión, una generación perdida.

4. Si pudieras convertir a alguien en robot y pudieras programarlo para que fuera tu asistente. ¿A quién elegirías?

TJH: Me encantaría un holograma con mis profesores o mentores muertos: Enrique Cury o Gabriel Valdés, Fernando y Jaime Castillo, de Ibáñez o Frei Montalva y poder hacer contrapuntos con ellos. Pedirles consejo con más madurez. También contención. Los echo de menos.

Hay varios vivos que quisiera que me ayudaran, pero a ellos el destino me exige convencerlos y no usarlos como un robot. Aunque si lo pienso, no es una mala idea….

5. ¿Has tenido una relación amorosa o sexual virtual?

TJH: Sí…pero el otro día freakearon porque le respondí a alguien por la edad del inicio de mi vida sexual y no pretenderás que vuelva a pasar por eso contándotela. No soy un nerd frente a un computador para nada.

6. Convierte en Troll por un momento y escupe con furia lo que quieras…

TJH: ¿Me preguntas eso a mí? ¿No has visto mi TL? No soy troll, pero soy el pensamiento hablado y a cara descubierta. Pienso en voz alta. Soy directo y hay gente que se ruboriza con lo que escribo. Pocos entienden eso. Lo creen tonto en una cultura ladina y cínica. Pero así fui formado y siento el deber de sincerar mi mejor juicio que pueda dar. Estoy convencido que a Chile le falta candidez, persuadir emocionalmente que el destino tuyo es también mi destino y que no te dejaré solo.

 

7. Steve Jobs decía: “la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y así es como debe ser, porque la muerte es posiblemente el mejor invento de la vida. ¿Cómo sería tu muerte inventada perfecta?

TJH: Mi papá nos regaló una muerte bastante indolora. Los cánceres a la vejiga te producen una “muerte dulce” dónde al intoxicarte con tu propia orina te quedas dormido. Pero, a la inversa, me marca ser tatara-nieto de Balmaceda. Mi escena final la intuyo como la culminación. Un gran final, potente como una ópera de Wagner. Me machacaron tanto que la vida debía tener un propósito que supongo que mi muerte será parte de ese libreto. Puede ser breve, pero expresará espero los ideales en los que he creído y el amor que siento por mi pueblo. Me encantaría dejarle eso a mis hijas.

8. “La invasión de los idiotas” era el calificativo que tenía Umberto Eco para las redes sociales. ¿Te parece acertada esa afirmación?

TJH: Sí y no. Sí por esa agresividad de anónimos. Pero no en tanto esas redes no expresan sino las mismas trancas, frustraciones, caprichos, dudas y veleidades muy propias del chileno. A mí me sirven mucho como frontón y para construir relato. Dudo que muchos se den cuenta cuánto expresan de una manera muy extendida de ser, sobretodo de jóvenes. Se ríen por el tiempo que invierto en ellas. Veo un chileno con temor al fracaso, mamón, muy marcado por cierta presión al éxito, pero a la vez sensible y con ganas de exhibirse.

Es voyerista y expresa un anhelo por lograr un entorno sano y buena tela. Ama los animales. Es tribal, necesita salir y compartir con amigos. Le gusta cocinar al punto que saca fotos a platos de comida. Aún agradezcamos que no caemos en psicópatas serios. Son jóvenes normales con deseos sanos pero que no tienen otro espacio dónde se los ponderen o valoren, distinto a esas redes. Dice mucho de nuestras relaciones sociales. Muestra un chileno muy solo y que no quiere estarlo.

9. El grupo chileno ochentero “Aparato Raro” cantaba que en el “Futuro, quizás encontremos una explicación a lo que nos molesta y tal vez una solución” ¿Qué te gustaría que el Futuro pudiera solucionar?

TJH: Un amigo siempre me decía “el pasado nos divide, el futuro nos une”. Y es cierto. No logro entender cómo un relato público tan orientado a la modernidad esté tan secuestrado por el pasado, los últimos 50 años. No nos dejan salir de eso. Nos dividen en función de peleas alimentadas por personas todas muertas. En cambio, poco invertimos en anticipar el Chile del 2030 y qué debemos hacer para llegar bien. Le preguntas a cualquiera cómo será Chile en los próximos dos años y no sabe cómo responderte, desde el empresario mejor informado al más modesto. Eso genera una ansiedad y mucha odiosidad social. No debiéramos estar así. En cambio, instituciones que hacen dinámicas prospectivas, como empresas, las mismas Fuerzas Armadas, cuando hacen estos ejercicios, descubren destrezas y enfoques que antes no estaban. Se logra otro espíritu de colaboración. Todos terminan más optimistas, sintiendo que emplearon bien su tiempo y que no fue en vano. Eso hay que llevarlo al país.

10. Si te conviertes en Presidente de la República de Chile, ¿Qué harás para fomentar la Ciencia y la Tecnología en el país? ¿Qué medidas concretas aplicarías?

TJH: (a) Si bien en 10 años hemos duplicado nuestros científicos, Chile aún no supera los 300 científicos por millón de habitantes. China tiene mil. EE.UU, el Reino Unido y Japón van de 4 a 5 mil. Si algo NO haría de ser Presidente es otro estudio para hacer un diagnóstico. Es curioso que teniendo ex Presidentes que quieren volver y debieran tener la película clara, gastan casi la mitad de su mandato en averiguar lo que ya sabemos. Emplearía las capacidades instaladas en mejorar las redes, fomentar las ferias y encuentros que despierten el deseo por formar científicos. Chile está lleno de rentistas y empleados. El deseo de los mejores alumnos de ingeniería es entrar a trabajar a un grupo económico. No quieren emprender, ese es el Plan B. No quieren ser científicos porque no sienten el campo. Nos ven lejos de centros de investigación y desarrollo y no ven que sea una función valorada socialmente. Cambiar eso en un gobierno corto, exige metas, ponerse en marcha y que la posta la asuma el gobierno siguiente. Se acumule. No perdería mi tiempo en sesudos debates ideológicos. Estos cuatro años han sido años perdidos. Tengo mala opinión de la burocracia que maneja y monopoliza el fomento a la ciencia y tecnología en Chile. Son sociedades cerradas y con una relación con el gobierno central que desincentiva a nuevos talentos. Tenemos que profesionalizar al investigador en C&T. Tiene que partir desde un doctorado, no culminar en él.

(b) En los próximos años, el tema regional va ser clave para resolver temas que no hemos podido resolver a nivel nacional. Pero faltan las capacidades instaladas. Sociedades más atrasadas que nosotros han podido hacer leapfrogging y aprovechar tecnologías para producir una juventud más conectada, cosmopolita, mejor preparada que nosotros. Esto lo vi en La Araucanía dónde una primera generación de universitarios conmutaba diariamente entre Temuco y el interior rural de Malleco. ¿Cuál es el impacto territorial de ese joven más conectado? Hoy muy poco. En Curicó aunque hay muchas universidades, sus jóvenes no se quedan. Emigran a Santiago. Un clúster tecnológico en Valparaíso terminó mal como un mero call-center, frustrando un proyecto de cooperación con la India. De aquí a 30 años por clima, las viñas ya se desplazan del valle central hacia el Itata, Bío Bío y Malleco. Aunque creamos lo contrario, nuestro desarrollo en C&T en minería y en pesca no se condice con el tamaño de CODELCO o la extensión de nuestras costas. Aumentar nuestra gente en C&T tiene que estar asociado a ese cambio. No pueden estar todos en Santiago. No sirven ahí. No está ahí el desafío. Está en energías limpias, biotecnología, comunicaciones, minería y recursos naturales, porque si algo sabemos los chilenos es de recursos naturales. Quiero ayudar a redefinir el foco y centrar ese esfuerzo.

(c) 95% de nuestra investigación científica es académica. Es una fuente de recursos para las universidades que monopolizan el tema. Hay muy poco desarrollo de ciencia y tecnología en empresas, institutos y fuerzas armadas, lo que implica que lo que se hace tiene muy poco impacto en innovación. En EE.UU. y Alemania el principal foco en C&T no es universitario. Hay 15 institutos públicos en Chile, todos desfinanciados y sin investigadores. Al otro lado hay 5 mil jóvenes estudiando post grados en C&T ¿dónde van a llegar? Las universidades no los van a poder absorber a todos y me parece tonto tenerlos dando clases de matemáticas.

Tags

Lo Último


Te recomendamos