La compañía de Elon Musk, SpaceX, continúa demostrando su poderío en los avances aeroespaciales, luego de que llevara a cabo pruebas en uno de sus cohetes Falcon 9 que aterrizó en tierra firme, para demostrar que estos son perfectamente reutilizables.
Así, de acuerdo a Spaceflight Now (vía Gizmodo), los test se realizaron en la astronave que transportó en mayo el satélite de comunicaciones JCSat, en unos controles ejecutados en uno de los centros de desarrollo de la empresa en Texas.
En el primer control de fuego, el Falcon 9 estuvo quemándose durante 2 minutos y 30 segundos, por lo que es de suponer que los nueve motores Merlin 1D se encuentran en muy buen estado, aunque como siempre estas son pruebas preliminares, por lo que aún hay camino que recorrer en la materia.
Un detalle llamativo es el del porqué se está utilizando este cohete y no otro. Fácil, el primero que fue recuperado es considerado como una pieza de museo por Elon Musk, por lo que obviamente no piensa “juguetear” con él. Tampoco el segundo en tocar en tierra firme, porque se piensa lanzar en un nuevo viaje para el otoño próximo del hemisferio norte.
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