FW Pregunta

Margarita Hantke responde nuestro Cuestionario Tech

Por fin tenemos una mujer qué acepta nuestro desafío y es esta reconocida periodista quién hoy nos muestra su lado más tecnológico.

Día 13 de julio, pero es miércoles así que los supersticiosos no se asusten. Lo que sí debe mantener sus sentidos despiertos es la tercera entrega de nuestro #CuestionarioTECH. Esta vez tenemos a la primera mujer valiente que decidió responder nuestro desafío: la periodista Margarita Hantke.

Margarita es periodista de la Universidad de Chile, participó en el legendario Canal 2 Rock and Pop, trabajó también en TVN, MEGA y La RED y hoy es la Directora de Contenidos en la Consultora Digital Samurai.

Vamos a ver qué tienes que decirnos…Tecnológicamente Hablando”.

1. ¿Cuál fue el primer acercamiento que tuviste con la tecnología?

MH: Hice la práctica de periodismo en la revista “Siglo XXI”, de El Mercurio. Allí conocí a quien sería mi jefe, Nicolás Luco, editor estricto, pero abierto a nuevas ideas. Me encargó, para quedar en el cupo, hacerle un reportaje sobre “futbolistas que usaran softwares para entrenarse virtualmente en estrategia de juego”. Palidecí. Según yo, los futbolistas se entrenaban en la cancha y en cuanto a softwares, no eran muy duchos en el tema, como comprobé.

Así que me fui a meter al Club de la Universidad Católica en Santa Rosa y me encontré con las primeras máquinas computarizadas en Chile para realizar ejercicios localizados y potenciar la rehabilitación. Como las rutinas se programaban desde un computador y se personalizaban usando la base de datos del jugador “equis”, parecía una innovación interesante. A regañadientes, Luco aceptó el reportaje y después se entusiasmó: creó la sección “Cómo los Famosos descubrieron la Tecnología”. Una suerte de tragedia griega para mí, vista desde hoy: no sólo porque muestra una llamativa similitud con la pregunta que aquí me hacen. También porque me gritaba desde entonces lo que sería mi sino en adelante: queriendo – y siendo capaz de hacer – temas serios y profundos, siempre terminaba ligada a un ámbito más farandulero.

2. Película de ciencia ficción favorita

MH: ¡He visto tantas! Algunas fantásticas por la época en que fueron pensadas y realizadas – vanguardistas en cuanto a efectos y posibilidades – y otras dignas de reflexión profunda. Finalmente, me quedo con “Her”. Porque ilustra la posibilidad de sanar el dolor de la soledad, de encontrar el otro perfecto que me entiende y se adapta a mí, porque aprende de mí y se construye para hacerme feliz. ¿Qué ser humano no sueña con eso? ¿Tener un otro yo que está contigo 24 horas? Aunque, claro, todo tiene un lado B: la IA se alimenta de datos, pero los va apre(he)ndiendo y procesando, en un proceso cognitivo donde se vuelve cada vez más “inteligente” y “autosuficiente” hasta que el “aprendiz” supera al maestro y éste igual termina solo. Y, encima, enganchado.

Para mí el approach a la tecnología en medios ha sido siempre algo así como el colonizador que asombra con el espejito a los indios (los indios somos los comunes y mortales y el espejito es “¡el último gadget que te fascinará!”), cuando en realidad esto del cambio tecnológico está cambiando nuestras vidas y cómo nos relacionamos. Mi acercamiento al tema lo denomino algo así como “la sociología de la tecnología”. Más que ¡las 1.000 posibilidades de Whatsapp!, me gusta explorar ¿y cómo impacta mi vida que Whatsapp tenga tantas opciones?, ¿por qué hay gente que ni alcanza a entender con suerte 3 de esas opciones?, ¿por qué padecemos la tecnología más que gozarla? Y suma y sigue.

3. Tengo un pasaje gratis para la máquina del tiempo. Súbete y dime a qué época quieres viajar y por qué?

MH: Al futuro, lejos. Para resarcir la frustración de haberme pasado la vida proponiendo ideas rupturistas, disruptivas, de “think out of the box” y topándome con el “aún no es tiempo”. Cuando me han dicho esto, contesto: “¿Y me voy a tener que pasar la vida esperando a ver, a los 80 años, que no era necesario casarse y tener hijos? ¿Que podíamos usar los drones para fiscalizar a quienes prenden la chimenea? ¿Que la privacidad es un ítem del siglo XX cuando accedemos a transar nuestra información por bienestar inmediato?”

Bueno, capaz que cuando visite el futuro me dé cuenta lo que es vivir eso que yo no pude poner en práctica en vida. Y las miles de posibilidades que eso abrió, con luces y sombras.

4. El invento que te solucionó la vida y por qué?

MH: Internet, claramente. Como periodista, tengo acceso a información en tiempo real que me permite tener una posición más contestataria cuando la autoridad y el “Cuarto Poder” te dictaminan la “versión oficial”. Me permite contactarme con desconocidos que saben más que yo en otras áreas y están dispuestos a enseñarme. Y me permite tomar mis distancias: el contacto puede ser remoto y no necesito hacer todo el ritual de “inspirar confianza mirándose a los ojos, leyendo su lenguaje corporal” y todo eso que, a veces, mata el espíritu ejecutivo de la productividad (hacer todo al grano).

Dos cosas lamento. Una, no haber tenido la herramienta en mi época de Medianoche. Habría sido 10 veces la Raquel Correa en chica: dama, dura, no hay detalle que se te escape. Dos, que al igual que el sr. Linus Torvalds, no siendo para nada una “people person”, no hubiese inventado yo un sistema como Linux para comunicarme con el mundo desde mi soledad.

Ahora, si me pongo exigente…Todavía no se inventa lo que solucionaría de verdad MI vida. Un sistema que sistematice la información como yo necesito. Ha habido pruebas, pero no les ven sentido, así que no las prosiguen. En el mundo de las startups, como todo es “beneficio concreto, aquí y ahora”, la información no es vista con la relevancia que realmente tiene: es poder. Puro y superior.

5. Si pudieras convertir a alguien en robot y pudieras programarlo para que fuera tu asistente. A quién elegirías?

A nadie. Porque esto de convertir algo en robot lo hacemos con los juguetes. ¿Qué puede tener de útil que alguien haga lo que yo lo programo para hacer?

Distinto sería si pudiera incorporarle IA. Sería tan estimulante como esa pastilla de la película “Limitless” que potenciaba el cerebro del protagonista a mil. Su mantra: Mientras más sé, más sé y más soy.

Si hubiese alguien/algo que todos los días aprendiera de mí o de temas que le especifico, me sorprendería constantemente con algo nuevo. Algo que no sabía de mí o de mi contexto y eso me enseñaría distinciones que no conocía – algo que no sabía de mí, que no había reflexionado, la conexión de hechos aparentemente inconexos – y me haría…limitless.

6. Has tenido una relación amorosa o sexual virtual?

MH: No, una lata sideral. Alguien me decía “pero si ya es posible la pornografía no sé qué” y yo le contestaba: “El sexo debe ser la única área de nuestras vidas donde la tecnología es un mero complemento para hacerla mejor”.

El “human touch”, el sudor, el mirarse a los ojos, el que te levanten o muevan, es inconcebible por la vía virtual. No me acuerdo qué libro leí de ciencia ficción cuando chica (mi papá era fanático de Asimov y Bradbury), pero me acuerdo de una escena donde a una mujer le ponían electrodos en la espina dorsal y el “científico” era capaz de prenderle y apagarle los orgasmos a su antojo. Los hacía durar mucho, otras veces nada, la mujer se vuelve una esclava de este placer y, al final, una adicta. Así, quién necesita a otro ser humano, ¿no?

7. Qué haces para desconectarte completamente?

MH: Nada. Nunca me desconecto. Amo, adoro, la tecnología. Cuando converso con otro, eso sí, dejo el celular de lado. Sufro, pero es un signo de respeto. Yo que soy polifuncional, admito que estar en 2 realidades – la virtual y la física – no me permite estar al 100% con ninguna. Y he notado lo mismo de los demás. Así que mejor “hacerla corta”, tener la conversación ejecutiva, y después, cuando hablemos del pololo que hizo infeliz a mi amiga, podemos mirar nuestros whatsapp e intercalar la historia central con los comentarios de “mira lo que me escribió”.

8. Convierte en Troll por un momento y escupe con furia lo que quieras…

MH: Tuve una larga discusión con alguien al respecto. Y mi conclusión es que sólo puedo ser trollera con los trolls. Para mí, el troll es un ser con escasa capacidad intelectual, que roza en la sociopatía (porque no tiene empatía para siquiera pensar en que lo que diga puede doler al otro) y que, encima, padece de una soledad que lo hace salir a buscar atención con frases e insultos de bajo nivel.

Que no es lo mismo que el tipo de que molesta, que te hace bullying. Porque con ese ser puedes dialogar, exigirle fundamento, por qué dice lo que dice. Con muchos de ellos he logrado buenas conversaciones. Pero el troll es ignorante, de bajo CI, inmaduro para lograr la atención y sólo merece una cosa: “Hasta la vista, baby” y Block.

9. Hal 9000 dice en “2001 Odisea del Espacio”: “Dave, esta conversación ya no tiene ningún sentido. Adiós”. ¿Qué pasaría si ese Hal 9000 llamado Internet se apagara para siempre?

MH: No creo que sean lo mismo. Obvio, si Internet se apagara porque estima unilateralmente que algo que hacemos juntos no tiene sentido, mi vida perdería sentido. Y la de muchos otros. Es como la serie donde la trama es que se acaba la electricidad y los humanos deben empezar de nuevo, pero sabiendo que existió la luz eléctrica. Un desastre total. No queda otra que reinventarse y lamentarse por qué diablos todo tiene que costar tanto.

Pero Hall 9000 es como un sueño-héroe-semidios al que todavía no le tomamos gusto. Es un algoritmo aproximado, un sistema heurístico, un “imita humanos” artificial que busca solucionar problemas por distintas vías. Es decir, piensa. Mira tú lo profundo y temerario que suena. Una máquina que piensa. Sin mí. Que toma decisiones. Eso lo están intentando con algo de éxito IBM con Watson, Microsoft con Cortana, Apple con Siri, en fin. Llegará el momento en que podremos encargarles la tarea a estos sistemas de IA que hagan trabajo en tiempo real que hoy nos toman años. Como dije antes, es una maravilla. Nos potenciarían de maneras impensables. Ahí estoy esperando a que esto nazca. Y suplicando mantenerme alfabeta digital para poder usar esa tecnología a mi servicio. El problema empezará, como lo ponía crudamente, Ex Machina, cuando las famosas máquinas empiecen a sentir. Ahí nos quiero ver.

 10. El grupo chileno ochentero “Aparato Raro” cantaba que en el “Futuro, quizás encontremos una explicación a lo que nos molesta y tal vez una solución” ¿Qué te gustaría que el Futuro pudiera solucionar?

MH: Si tuviera hijos, probablemente diría que una solución al desequilibrio climático para dejarles un mundo sustentable. Pero siento que de eso se van a encargar las próximas generaciones. Hoy el problema que siento que nos aqueja es la asimetría de poder y los valores disonantes que eso ha creado. Hay molestia, ira, rabia por el abuso, la desigualdad, la mala distribución de las riquezas, trabajos, retribuciones, pero un egoísmo casi ególatra entre generaciones.

Mi molestia personal es que el mundo se mueve con la ley del mínimo esfuerzo pudiendo darlo todo porque no somos capaces de motivar a que todos podemos ser un aporte. Los millenials se creen dueños del mundo y no saben que aquí son minoría, que el mundo envejece más rápido de lo que se recicla y que viene una generación de adultos mayores empobrecidos por pensiones miserables y porque son “exiliados digitales”. Nadie se da el tiempo de integrarlos y eso mantiene un gap generacional importante. ¿Cómo vamos a remar todos para el mismo lado si para unos, el mundo se traduce en ciertos valores y para otros, esos valores son añejos, no vale la pena mirarlos, porque el mundo va para otro lado? ¿Cómo vamos a ser más solidarios así si no nos escuchamos? Resuélvanme esa…

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