Hace un par de semanas la ciencia médica parecía haber roto una barrera local que se creía insuperable, al lograr el primer trasplante de útero aparentemente exitoso en la historia de Estados Unidos. Todo parecía perfecto, hasta la paciente intervino en la difusión de esta hazaña, pero ahora se confirma que todos cantaron victoria antes de lo debido.
En una publicación a través del sitio oficial de la Cleaveland Clinic, sitio donde se realizó la operación, se ha anunciado que la paciente, conocida hasta ahora sólo como Lindsey, presentó un cuadro de diversas complicaciones de salud a lo largo de los últimos días, lo que llevó al equipo médico a tomar la difícil decisión de retirar el útero implantado para evitar que la salud de la mujer empeorase más.
El grado de complicaciones de salud que puede conllevar este tipo de intervenciones es realmente delicado, quedan como prueba los resultados de todos los intentos fallidos previos, y todo apunta a que todavía queda un largo camino para lograr esta hazaña en Estados Unidos.
La operación de Lindsey, según informa Gizmodo, en realidad forma parte de un elaborado proyecto masivo, en donde se contempla realizar un total de diez trasplantes de útero en la Cleaveland Clinic, bajo diversas variables para encontrar la forma indicada de lograr este procedimiento.
Hasta el momento sólo Suecia ha podido lograr la operación con éxito, y parece que seguirá invicta por otro rato.
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