Hace una semana el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a la gente de Apple de ser unos mentirosos, con respecto a lo del caso de San Bernardino. Ahora toca el turno de la respuesta oficial de Apple a ese incómodo documento y su declaración no es más cordial que la anterior.
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De acuerdo con un reporte de Fast Company, Bruce Sewell, abogado de Apple, convocó a una rueda de prensa para difundir la más reciente postura de la compañía.
Señalando que en realidad las fuerzas de la ley están intentando estirar las propiedades y aplicaciones éticas de la All Writs Act, dejando entrever que Apple sí tendría la capacidad de desarrollar el backdoor solicitado, pero que considera inapropiado que el gobierno le pida algo que podría ser peligroso para sus usuarios móviles:
Las implicaciones de seguridad catastróficas de esa amenaza no hacen más que resaltar una falta de entendimiento fundamental por parte del gobierno, o en su defecto una indiferencia imprudente sobre la tecnología en cuestión, con todos los riesgos de seguridad que implica su petición.
Los portavoces de Apple afirman su temor sobre el grado de comprensión real de las instancias de gobierno, que quieren forzar esta violación en la seguridad de todos los smartphones de la compañía, argumentando que hay demasiadas complicaciones técnicas y que la instalación de un backdoor podría darle acceso a prácticamente cualquier atacante con habilidades.