La tecnología y los dispositivos electrónicos han sido materia de varios problemas entre padres e hijos, ya que los primeros en su afán de disciplinar a los segundos realizan castigos que involucran a estos aparatos, lo que genera en ciertos casos más problemas, como le pasó a Ronald Jackson en Estados Unidos.
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Este ciudadano norteamericano fue detenido por la policía, tras haberle quitado un iPhone 4s a su hija, a raíz de un comentario con un tono grosero. Además de esto, el sujeto tuvo que enfrentar un juicio frente a la Corte Criminal del Condado de Dallas, todo por gracia de su ex esposa y madre de la niña, Michelle Steppe.
El caso fue así: Según el Washington Post, en septiembre de 2013, Jackson y Steppe ya estaban separados, cuando la menor envío un mensaje grosero a un amigo en el que criticaba a la nueva familia del padre. En él, la infante decía que encontraba a la novia irritable y desagradable, al igual que a sus hijos.
Ante esto, el padre la castigó quitándole su iPhone 4s, para darle una lección sobre comportamiento. Sin embargo, La madre de la niña interpuso una demanda por apoderarse del equipo, en un caso que terminó con Jackson siendo detenido por robo y enfrentando un juicio, en el que imperó el sentido común, ya que la corte lo encontró no culpable durante la última semana, explicando que no habían más pruebas en contra de él.
El juez que llevó el caso también expresó que el detenido tenía la potestad para quitarle el móvil a la niña, a pesar de que Stepp alegaba que no podía confiscarle algo que no era suyo. Una situación ridícula a priori, aunque también se vio alimentada porque la madre había comprado el celular.
Tras este episodio, Jackson lamentó lo ocurrido y dijo que todo esto lo hará distanciarse totalmente de su hija y de su ex esposa. Un caso que deja en evidencia además los problemas y vacíos legales que existen en la justicia.