Más de alguna vez nos hemos puesto a analizar si es posible que máquinas con inteligencia artificial superen a los humanos. Los avances tecnológicos y la cultura popular —películas y libros, entre otros— nos hace pensar que es muy probable; sin embargo, los expertos en el tema tienen una respuesta para nosotros.
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En el marco del Congreso del Futuro, el evento que reúne a grandes científicos nacionales y extranjeros para abordar temas sociales y tecnológicos, se discutió sobre la inteligencia artificial junto a los peligros que conllevaría.
¿Qué pasaría si los humanos logramos crear máquinas súper inteligentes? ¿Seríamos capaces de controlarlas? ¿Es posible crear una mente superior a la nuestra?
Para poder crear una máquina inteligente, primero se debe simular nuestro cerebro y su funcionamiento, pero la mente humana es única y realmente compleja. Aún no ha sido posible explorar el cerebro por completo y lograr entender cómo trabaja cada parte. De hecho, aún no se han descubierto curas para enfermedades como el Parkinson, la esquizofrenia o la epilepsia; algo “muy vergonzoso” según los mismos científicos. Y si esto ya es complicado, imagínense copiar la mente humana. Parece algo imposible.
En primer lugar, ¿cuál es la diferencia entre la inteligencia artificial y la mente humana?
Para Federico Faggin, el científico doctor en Física, conocido por desarrollar el primer microprocesador, “la verdadera inteligencia requiere tener conciencia, y eso, las máquinas nunca la tendrán”.
Faggin habla de la conciencia como una capacidad para saber que estamos vivos. “Sé que existo. Lo sé porque lo siento”, así que la clave está en la capacidad de sentir. Por ejemplo, “un robot nunca podría sentir el olor de una rosa. Nosotros, a través del sentir nos conectamos, de algún modo, con esa rosa”. Las máquinas “no conectan”, no tienen interioridad y son estáticas.
Para fundamentar esto, el científico utilizó el término “qualia”: La experiencia de la mente, es decir, cómo los humanos “registramos” nuestras vivencias y sensaciones, algo totalmente personal e intransferible. Emociones, sensaciones, percepciones y pensamientos, cada uno sabe cómo los ha vivido. Por ejemplo, cuando se nos ocurre una buena idea, nos entusiasmamos o “celebramos” por ello, nos sentimos bien y lo asociamos a una experiencia agradable.
Entonces, ¿en qué nos diferenciamos de los computadores o máquinas? En que en éstas no hay “qualia” y en los humanos sí. Y, ¿por qué es imposible imitar la mente humana? Porque la conciencia no puede surgir de la nada, es parte de un proceso evolutivo y se le atribuye a la naturaleza. “La comprensión y la conciencia humana es la verdadera inteligencia, las máquinas no tienen evolución espiritual”, explica el científico.
Si no hay conciencia, no hay comprensión, por ende, no hay inteligencia.
Por último, en el caso de que sí llegara a ocurrir en un futuro, ¿cuáles son los peligros que traería la inteligencia artificial?
El problema principal no recae en que existan máquinas mejores o más inteligentes que nosotros. El verdadero peligro es que, si efectivamente se construyen máquinas superiores, el hombre terminaría utilizando la inteligencia artificial y todo tipo de robots para hacerle daño a la humanidad.
Por otro lado, la interacción entre máquina y humano también puede ser un problema. Podría pasar que nos empecemos a comportar como las máquinas y estar a la par con ellas perdiendo nuestra humanidad. También podría suceder, como hemos visto en reportes económicos, que en el futuro gran cantidad de humanos pierdan su trabajo por la robótica.
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