Reuters reporta que dentro de la propuesta de presupuesto del Departamento de Defensa de los Estados Unidos para el año 2017 se encuentra una solicitud multimillonaria de recursos que serían destinados al desarrollo e investigación de armamento basado en inteligencia artificial como una manera de demostrar poderío armamentista frente a países como Rusia o China.
El subsecretario de Defensa en los Estados Unidos, Robert Work, quiere que el Congreso de su país destine entre USD $12.000 millones y USD $15.000 millones a la creación de armamento autónomo y tecnología de aprendizaje profundo.
El armamento basado en inteligencia artificial incluiría tecnología vestible, exoesqueletos, drones y aviones. Los detalles generales de esta tecnología se mantendrán en secreto por parte del Pentágono pero harían públicas ciertas características de algunas armas para “disuadir a sus adversarios”.
“Quiero que nuestros competidores se preguntes qué hay detrás de la cortina negra”, señaló el subsecretario en una conferencia.
Será a final de este mes que el Pentágono y el Congreso determinen la cantidad de recursos destinados a este tipo de armamento.
Esta propuesta del Pentágono choca de manera rotunda con la carta que hace algunos meses firmaron figuras como Elon Musk, Stephen Hawking y Steve Woznial la cual se presentó en la Conferencia Conjunta Internacional sobre Inteligencia Artificial en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Alrededor de 1.000 científicos firmaron ese documento en el que se planteó la prohibición del uso de armamento automático y de inteligencia artificial con fines de guerra.
“Si cualquier potencia militar sigue adelante con el desarrollo de armas de IA, una carrera mundial de armas es prácticamente inevitable, y el punto final de esta trayectoria tecnológica es obvia: las armas autónomas se convertirán en los Kalashnikovs del mañana”, se lee en la carta publicada en julio.
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